Tusk se refiere a las Convenciones de Ottawa y Dublín, que prohíben el uso, almacenamiento, producción y transferencia de minas antipersonales y bombas de racimo, respectivamente.
El jefe de gobierno adelantó además un proyecto para proporcionar entrenamiento militar a todos los varones polacos de forma masiva, aunque no dijo de forma explícita que este adiestramiento sea obligatorio.
Tusk justificó la medida al señalar el “tamaño de los ejércitos involucrados en el conflicto en Ucrania” y se refirió a la necesidad de disponer en Polonia de un cuerpo militar armado de medio millón de efectivos, incluidos los reservistas, frente a los 290 mil de la actualidad.
El jefe del Gobierno polaco comentó además que “el giro en la política exterior de Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump obliga a tomar medidas rápidas”.
Sus palabras hacen alusión a recientes decisiones del gobierno estadounidense de retirar la ayuda militar a Ucrania, así como su distanciamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), alianza bélica que desplegó gran cantidad de efectivos en este país tras el inicio del conflicto bélico en Ucrania en 2022.
Con información de Prensa Latina