
Oficiales de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) arrestaron a Mahmoud Khalil, un activista contra el genocidio de Israel en Gaza y estudiante palestino graduado de la Universidad de Columbia.
El arresto resulta totalmente arbitrario, pues Khalil es titular de una tarjeta verde —otorgada a alguien que no es ciudadano estadounidense que le permite tener acceso ilimitado para vivir y trabajar dentro de los EE.UU., dándole casi todos los mismos derechos que un ciudadano estadounidense—.
La detención, de acuerdo con medios locales, ocurrió este fin de semana y constituye “una de las primeras detenciones de alto perfil de un estudiante que participó en las protestas” contra el genocidio del régimen de Tel Aviv.
Además, ocurre en el contexto de la puesta en marcha de órdenes ejecutivas del presidente Trump que, posibilita de una manera totalmente radical, su Gobierno utilice “todas sus herramientas para castigar a quienes hayan participado en “acoso y violencia antisemita”.
Además, en el texto de las medidas figura además que se autoriza “la deportación de un ciudadano extranjero que “respalde o apoye la actividad terrorista”.
A favor del genocidio: Donald Trump asegura que el arresto es “el primero de muchos”

Ante el hecho, Trump indicó en redes sociales que el arresto era “el primero de muchos que se avecinaban”, agregando que “encontrará, aprehenderá y deportará a estos simpatizantes del terrorismo de nuestro país, para que nunca más regresen«.
En tanto, Michael Thaddeus, profesor de matemáticas de la Universidad de Columbia, —de donde egresó el estudiante detenido—, advirtió que la medida provoca que los estudiantes extranjeros no confíen en los EE.UU. como un país para ir a estudiar.
«Vienen por su confianza y creencia de que pueden hablar libremente mientras están aquí y no ser encarcelados o acosados por su discurso político, su activismo o su defensa», enfatizó el profesor.
La abogada del estudiante relató a la prensa que Khalil fue arrestado en el “vestíbulo de su apartamento, propiedad de la universidad”.
Asimismo, explica que primeramente le dijeron que su visa había sido cancelada, lo que es totalmente falso porque Khalil no posee visa, sino una tarjeta verde.
Posteriormente y ante la violenta detención, la esposa del estudiante palestino fue en busca de la tarjeta verde, a los que, como segunda justificación, los oficiales del ICE respondieron que “su residencia permanente legal había sido revocada”.
«Exigí ver una orden judicial o que me la mostraran a mí o al señor Khalil antes de que lo deportaran, y el agente me colgó el teléfono», agregó la abogada.
Siguiendo esa línea, indicó que «el señor Khalil creía que, como residente permanente legal, tenía un mínimo de protección que tal vez no exista para las personas que tienen visas de estudiante o que son indocumentadas».