El bloque de integración latinoamericano y caribeño indicó en un comunicado que esa norma solo ha sido utilizada en contextos de guerra y “ahora se emplea de manera arbitraria para justificar una persecución sistemática contra la comunidad migrante venezolana”.
Denunció que esta proclamación, carente de toda base legal y sustentada en argumentos fabricados, constituye un grave atentado contra los principios del Derecho Internacional y los derechos humanos.
“Su objetivo es estigmatizar, criminalizar y someter a la diáspora venezolana a un castigo colectivo, negándole su derecho a la defensa y exponiéndola a expulsiones arbitrarias, expropiación de bienes y la separación forzada de familias”, subrayó. El ALBA-TCP consideró más alarmante aún “la utilización de terceros países como centros de detención extrajudicial, en una práctica que representa un delito de lesa humanidad”.
La reciente deportación de 238 venezolanos hacia El Salvador, sin juicio ni debido proceso, y su reclusión en un centro de detención de alta seguridad, constituye un secuestro masivo, con la complicidad del presidente salvadoreño, Nayib Bukele, y liderado por el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, apuntó.
Expresó que estos confesaron públicamente su participación en esta operación ilegal.
La Alianza afirmó que esta acción “sienta un precedente nefasto que vulnera la soberanía de los Estados y atenta contra la dignidad de hombres, mujeres y menores de edad venezolanos”.
El mecanismo integrador latinoamericano denunció que esta política racista y xenófoba, constituye un ataque contra Venezuela y toda América Latina y el Caribe, al “establecer un peligroso mecanismo de represión transnacional que puede ser aplicado contra cualquier otro pueblo de la región”.
En tal sentido señaló que las naciones del Sur Global no pueden permanecer en silencio ante este atropello, que recuerda las etapas más oscuras de la historia reciente, cuando el uso de leyes discriminatorias justificó la segregación, la persecución y la supresión de derechos fundamentales.
El ALBA-TCP instó a la comunidad internacional a ante esta grave situación a pronunciarse con firmeza contra esta política de agresión, y reiteró su respaldo inquebrantable al pueblo y Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela.
Como entendieron los líderes fundadores de nuestra Alianza, solo la unidad y la resistencia de los pueblos podrán frenar las fuerzas de la intolerancia y la arbitrariedad que hoy amenazan nuestra soberanía y estabilidad regional, concluyó.
