El Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados afirmó en un comunicado que “sigue con profunda preocupación las reacciones internacionales y de la ONU a la reanudación por parte de las fuerzas de ocupación israelíes de la guerra de genocidio, desplazamiento y anexión”.
Las acciones globales para finalizar el bloqueo no están a la altura del sufrimiento y el dolor de nuestro pueblo y de las familias palestinas, que viven en en un ciclo de asesinatos deliberados, desplazamientos forzados y migración, subrayó el texto.
Asimismo, condenó los ataques israelíes y su uso del hambre, la sed y la privación de tratamiento médico como armas de guerra.
“La responsabilidad jurídica y moral internacional hacia nuestro pueblo no debe limitarse a describir el estado de catástrofe, la destrucción, el agravamiento de la catástrofe humanitaria y el cambio de la realidad geográfica y demográfica por la fuerza de la ocupación”, aseguró.
Por el contrario, señaló, debería extenderse más allá y adoptar las medidas necesarias impuestas por el derecho internacional para proteger a los palestinos.
La Cancillería anunció que llamó a sus embajadas y misiones en el exterior a intensificar la campaña diplomática, ante lo que calificó de guerra de genocidio.
Es necesario aumentar las acciones para exponer los crímenes y los planes israelíes, además de movilizar un frente internacional más amplio para presionar al gobierno de Benjamin Netanyahu con el fin de obligarlo a detener sus ataques, expresó.