
Laura Mercedes Giráldez (Granma).— Una enorme pipa «arrastra» a Beleidis Moreno por las calles del municipio Caroní. Parece haberse metido a la fuerza en su ajustado pantalón. No se puede determinar si la redondez de su angelical rostro se debe a los ocho meses de gestación o a que aún no sale de la pubertad. Sin embargo, su estado no asombra: en Bolívar existe un notable incremento de la natalidad en edades tempranas.
Al llegar al cdi Escuela Los Olivos, la prominente panza –a la que la joven de 16 años acaricia con ternura– entra primero que ella a cada consulta: Ecografía, Estomatología, Genética… En esa institución recibe una atención médica integral como parte del Plan Parto Humanizado, que desde 2017 se desarrolla en Venezuela, con el apoyo de especialistas cubanos.
«Dentro de los problemas de salud identificados en la población del estado –explica el doctor Carlos García Vidal, coordinador de las Misiones Sociales Cubanas en Bolívar– se encuentra el embarazo en la adolescencia. Con el objetivo de transformar la situación se está haciendo un trabajo educativo y de promoción, conjuntamente con los consejos comunales y con los promotores de salud, desde la parte venezolana», explica.
«Los médicos de comunidad cubanos también participan en estas labores, para que el embarazo transcurra con un seguimiento adecuado».
Beleidis no se siente «preparada para asumir la maternidad». Fue una sorpresa la noticia, y recibió con asombro cada avance, hasta que fue captada en el casa a casa que realizan los galenos de la Isla y las promotoras de la comunidad.
Se trata, explica Daily Correa, promotora del Plan del Parto Humanizado, de un trabajo sicoprofiláctico y preventivo que, de manera mancomunada, se lleva a cabo, sobre todo, en las comunidades más pobres y apartadas, para atender a las gestantes y a sus familias, tanto del área de salud correspondiente como de otras cercanas.
«Gracias a este programa se han incrementado las captaciones, lo cual ha repercutido en la disminución de la mortalidad infantil. Las consultas prenatales han trasformado la calidad de vida de esta población», asegura Correa.
Para ella, entre los retos que entraña esta labor que en alianza desarrollan cubanos y venezolanos, destaca el acompañamiento dentro de las zonas hospitalarias, así como el apoyo y la orientación a la paciente, pues la mayoría llega con numerosas preocupaciones.
Beleides ya se identifica como una futura madre, no solo por las transformaciones que su cuerpo siente, sino por el proceso de atención que sigue, responsablemente, de la mano de sus médicos y su promotora.