“Algunos de los combatientes cruzaron la frontera hispano-francesa y fueron internados. Cuando las autoridades francesas decidieron extraditarlos a los falangistas, todos los combatientes escaparon del campo de concentración y se fueron a las montañas.
“Sobre la base de sus destacamentos partisanos, se crearon 27 brigadas, combinadas en 9 divisiones partisanas. Ahorcaron al Duce y liberaron Marsella y París de los nazis. Cuatro soldados del XIV Cuerpo, junto con Fidel Castro, desembarcaron posteriormente en Cuba”.
Con estas palabras se refería el creador de los servicios especiales soviéticos Ilya Stárinov a los guerrilleros españoles que tantos dolores de cabeza habían provocado a los mandos fascistas. Los antifascistas españoles exiliados por todo el mundo llevaron su ejemplo por todo el mundo allá donde llegaron.
Posiblemente el ejemplo más llamativo fue el comunista Enrique Líster: estratega en España y combatiente allá donde el Ejército Rojo llevó sus combates contra el nazismo en Europa. Durante la Guerra de España fue teniente coronel. Fue la única persona en el mundo que llegó a ser general de tres ejércitos: el Ejército Rojo, el polaco y el yugoslavo.
Pero hay otros casos igualmente llamativos, como el del capitán republicano Alberto Bayo que antes de la guerra fue director del aeropuerto de El Prat (Barcelona). Durante la guerra tuvo un papel destacado en la operación de las milicias sobre la isla de Mallorca en agosto de 1936. Pero su papel más interesante no fue en España, sino en Cuba cuando entrenó en el manejo de las armas a los hombres del Granma que desembarcarían en la isla y llevarían la Revolución al poder. Con estas palabras se refería el Che:
“Para mi constituye un honor el poner estas líneas a los recuerdos de un gladiador que no se resigna a ser viejo. Del general Bayo, Quijote moderno, que solo teme de la muerte el que no le deje ver su patria liberada, puedo decir que es mi maestro”.
Cuenta Líster en sus Memorias que más de 600 españoles se dejaron su vida en los fiordos noruegos resistiendo la invasión nazi del país nórdico. Fue una brigada de republicanos españoles la que entró sorpresivamente en París y detuvo al mando militar alemán obligándole a rendir la ciudad. Como también fueron numerosos los españoles que se lanzaron en paracaídas como guerrilleros sobre las montañas yugoslavas, para contactar con los partisanos antifascistas de Tito.
Cuenta el historiador argentino Felipe Pigna que al producirse el golpe de estado de 1955 contra el gobierno del general Perón, son numerosos los obreros españoles- con la experiencia del 18 de julio de 1936- que acuden al gobierno a pedir armas para combatir a la reacción. Perón huyó y no entregó las armas. Pero poco después se formará un pequeño grupo armado llamado Uturuncos que, entre sus fundadores, se encontraba el anarquista español Abraham Guillén.
El reconocimiento a España está presente en la historia de numerosos países que lucharon por la liberación de los pueblos. De la lucha del pueblo español se acordó el Frente de Liberación Nacional de Argelia. Al conseguir la independencia del país en 1962, recordaron el apoyo que la población republicana exiliada en Argelia había dado a los luchadores antiimperialistas. Los argelinos también supieron lo que era el fascismo. Por este motivo, los gobiernos de Ahmed Ben Bella y Houari Boumédiène prestaron todo su apoyo a los movimientos antifascistas que operaron durante los años 60 y 70 en España, dándoles cobijo y apoyo material.
Alan Herchhoren (mpr21)