Un vehículo blindado de recuperación M88 Hércules de un contingente estadounidense se encuentra sumergido bajo cuatro metros de agua y dos de barro en las inmediaciones del campo de entrenamiento de Pabrade (Lituania), pero se logró fijar dos cables que podrían parar su continua inmersión, informaron desde el Ejército de EE.UU. para Europa y África.
En su cuenta de X, el organismo actualizó la situación acerca del hundimiento del vehículo en el que viajaban cuatro soldados estadounidenses. «Se estima que se encuentra a unos cuatro metros por debajo de la superficie del agua y rodeado de unos dos metros de lodo», reportaron, agregando que las operaciones de buceo siguen en marcha con el objetivo de penetrar en el espeso nivel de barro y localizar el vehículo.
Este domingo, tras varios intentos de fijar cables al blindado, el organismo informó de un importante avance: ahora dos cables lo sostienen, lo que ayudaría a evitar que siga hundiéndose en la ciénaga.
«Los ingenieros esperan empezar a levantar el Hércules a primera hora de la mañana [del lunes]. Se prevé que el proceso lleve mucho tiempo y esfuerzo, ya que el terreno que rodea la turbera sigue siendo difícil, pero los socorristas no se desalentarán», detallaron.
El sábado por la noche, se produjo una inmersión en dirección al vehículo hundido, pero no fue posible alcanzarlo debido a una capa de limo que obstaculiza las operaciones.
- El martes pasado, se reportó la desaparición de cuatro soldados estadounidenses que circulaban en un vehículo de recuperación M88 Hércules en las inmediaciones del campo de entrenamiento de Pabrade durante unos ejercicios.
- Al día siguiente se puso en marcha una compleja operación de rescate después de que se descubriera que el blindado se había hundido en un pantano.
- Por el momento no se conocen las causas de lo ocurrido, aunque se especula con que los soldados pudieron perderse debido a la oscuridad y el desconocimiento del terreno.
- Dado que no se sabe si los cuatro militares estadounidenses estaban en el interior del vehículo cuando se hundió en el lodo, se los considera como desaparecidos. «Aunque muchos escépticos probablemente dirían que no hay que esperar nada en estas circunstancias, yo espero un milagro», esclareció el presidente lituano, Gitanas Nauseda.
