Investigadores de la ONU examinan nuevas acusaciones presentadas contra el fiscal principal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, ahora por presuntas represalias contra empleados que han denunciado su conducta sexual inapropiada, también investigada por la Oficina de Servicios de Supervisión Interna de la ONU, informa Reuters.
Según fuentes familiarizadas directamente con la investigación de la ONU, citadas por la agencia noticiosa, el fiscal es acusado de tomar represarías contra al menos cuatro miembros del personal de su oficina, que habían presentado sus sospechas de que mantenía él un comportamiento indebido con una asistente. La investigación contra el fiscal por presunta conducta sexual inapropiada fue iniciada el año pasado. Khan aún no ha sido interrogado, indicaron las fuentes.
Los abogados de Khan rechazaron todas las acusaciones y aseguraron que el fiscal se propone «cooperar plenamente y con transparencia con la investigación externa». «Nos remitimos a lo que nuestro cliente ha dicho anteriormente a este respecto, incluyendo sus firmes desmentidos. Comprenderán que no se puede esperar que nuestro cliente haga comentarios continuos sobre estos asuntos», declaró la empresa de abogados Carter-Ruck. Por su parte, Khan aseveró previamente que las acusaciones iniciales coincidieron con una campaña de desinformación contra su oficina.
Las acusaciones de acoso sexual
Khan enfrentó en octubre acusaciones por haber supuestamente intentado obligar durante más de un año a una asistente a tener relaciones sexuales con él y tocarla indebidamente contra su voluntad. De acuerdo con una investigación de AP, Khan solicitó el traslado de la mujer desde otro departamento a su oficina, con un aumento de sueldo, y ella participó en casi todos sus viajes oficiales, así como en reuniones con dignatarios.
En una oportunidad, mientras estaban en un hotel, Khan le habría pedido que durmiera con él y la «tocó sexualmente». Horas después, en la madrugada, fue hasta la habitación de ella y golpeó su puerta por 10 minutos. Asimismo, se acusa al fiscal, quien es casado y tiene dos hijos, de encerrarse con ella bajo llave en su oficina, además de pedirle en varias ocasiones que viajara con él de vacaciones, entre otros comportamientos inapropiados.
