El presidente serbio, Aleksandar Vucic, declaró que un intento de ‘revolución de color’ tuvo lugar el pasado 15 de marzo en su país, en el marco de una protesta antigubernamental.
El mandatario habló sobre los resultados de la investigación realizada por un grupo de agentes del Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB, por sus siglas en ruso), acerca del presunto uso de un cañón sónico —arma prohibida— contra los manifestantes. Según el FSB, jamás se utilizó ese tipo de arma durante las manifestaciones.
«En la noche del 15 [de marzo] se produjo en nuestro país un intento de llevar a cabo, finalmente, una revolución de color. Todo estaba preparado para una violenta toma del poder«, declaró Vucic.
En ese contexto, el presidente prometió esforzarse para que se exijan responsabilidades a todos los que hayan engañado a los ciudadanos afirmando que se usó un cañón de sonido contra las protestas.
El 15 de marzo se realizó una protesta antigubernamental a gran escala en Belgrado, con alrededor de 107.000 participantes. Vucic comparó lo sucedido con el Maidán de Kiev, el golpe de Estado llevado a cabo en Ucrania en 2014 con la participación de fuerzas occidentales.