Esto es gracias a la ampliación de un oleoducto en el oeste de Canadá, inaugurado hace menos de un año, lo que ha facilitado a China tener un mayor acceso a las grandes reservas de crudo en la región de Alberta.
Datos recopilados por el medio indican que las importaciones chinas de crudo saliente del puerto cerca de Vancouver se dispararon a la cifra sin precedentes de 7,3 millones de barriles en marzo y, detalla, las cifras van camino de superar el número del mes pasado.
«Mientras tanto, las importaciones chinas de petróleo estadounidense se han desplomado a tres millones de barriles mensuales desde un máximo de 29 millones en junio [de 2024]», abunda el texto.
Según Bloomberg, este cambio en los flujos de crudo de América del Norte hacia China es otro ejemplo de las disrupciones económicas y estratégicas generadas por las medidas del presidente estadounidense, Donald Trump, para reformular las relaciones comerciales globales.
China y EEUU son los protagonistas de una guerra arancelaria que ha puesto a todos los mercados en la incertidumbre.
Mientras que Washington impuso un arancel del 145% a las importaciones chinas, Pekín respondió con la imposición de un gravamen de 125%.
