Hace años que la dictadura marroquí comprendió que la batalla del relato en España es fundamental para normalizar en la opinión pública española la ocupación que ejerce sobre el Sáhara Occidental, además de tapar la represión interna y vender una supuesta estabilidad y apertura política y económica.
En 2013 abrió en España el diario Atalayar, sus fundadores y actuales subdirector y director adjunto, son Mohamed Auchan y Mostafà Amadjar, y de director pusieron a Javier Ribas, un rebotado de la COPE que utilizan como cara visible y así camuflar quienes realmente están de tras.
Antes de fundar Atalayar, Mohamed y Mustafá trabajaban como periodistas en la oficina en Madrid de la agencia MAP (agencia oficial de noticias marroquí), que en 2009 fue señalada en una sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid como una tapadera de la DGED (espionaje exterior marroquí) a raíz de una denuncia por un artículo en el diario El Mundo del periodista marroquí exiliado en España Alí Lmrabt, donde les señaló como “un nido de espías”.
El tribunal dio la razón al periodista y dictaminó que MAP y sus supuestos periodistas, entre los cuales estaban los fundadores de Atalayar, eran «elementos del espionaje marroquí en España»
También cabe señalar la intensidad de los artículos (casi diarios) que publican entre otras el Huffpost y La Razón, por supuesto bien remunerados. Son cortes y pegas de la prensa marroquí en francés que el régimen se empeña en exportar a España. En ellos los ataques al Polisario y el lavado de imagen del régimen es tan descarado como evidente.
Un ejemplo de este descaro y colaboracionismo es el diario que dirige Paco Marhuenda, conocido enemigo de la causa saharaui, y que llegó incluso a negar la existencia de este pueblo en una intervención en La Sexta Noche, un vídeo ampliamente difundido por marroquíes en redes sociales.
La Razón tiene como colaborador a Ahmed Charai, un periodista y empresario y colaborador de los servicios secretos marroquíes, que en 2007 fue detenido en el aeropuerto JF Kennedy de Nuevo York por intentar sacar 50.000 dólares en una maleta. Tres días después pudo salir del país tras la intervención del director de la DGED, Yassine El Mansouri.
En el diario de Marhuenda, Charai da rienda suelta a la propaganda alauí habitual sobre el conflicto del Sáhara Occidental. También destacan sus artículos de exaltación de la figura del dictador Mohamed VI.
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