En este 2025, se cumple el primer centenario del nacimiento de Manuel Sacristán, filósofo y militante comunista y uno de los intelectuales más relevantes de la España contemporánea. Sacristán fue una figura clave en la introducción de la teoría marxista en el contexto de la dictadura franquista, donde desempeñó un papel fundamental en la lucha universitaria y obrera contra el régimen. Como dirigente del PCE/PSUC en los años 60 e impulsor del Sindicato Democrático de Estudiantes de la Universidad de Barcelona, su trabajo de resistencia le costó dos expulsiones de la universidad, obligándole a malvivir de la traducción en unas condiciones precarias que limitaron el tiempo que pudo dedicar a la elaboración política, mientras dirigía clandestinamente la lucha contra Franco desde el PSUC. Esto, sin embargo, no impidió que se consolidara como uno de los grandes referentes intelectuales de los años 60 y 70 en el país.
Sacristán también es reconocido por ser pionero en la recuperación del carácter central de la cuestión ecológica en la lucha por el comunismo, en relación con los nuevos problemas derivados de la evolución de la sociedad capitalista. Su temprano estudio sobre la problemática ecológica, ya a principios de los años setenta, le permitió entender que los límites biofísicos del planeta mostraban un rostro aún más cruel del sistema capitalista, un reto mucho más grande y devastador que el que se conocía hasta entonces. En repetidas ocasiones, sus análisis subrayan que los planteamientos ecosocialistas no son un giro hacia la derecha, sino un retorno a la radicalidad revolucionaria del marxismo. Como escribió en el editorial del primer número de la revista mientras tanto: “en que las organizaciones revolucionarias clásicas comprendan que su capacidad de trabajar por una humanidad justa y libre tiene que depurarse y confirmarse a través de la autocrítica del viejo conocimiento social que informó su nacimiento, pero no para renunciar a su inspiración revolucionaria, perdiéndose en el triste ejército socialdemócrata precisamente cuando este, consumado su servicio restaurador del capitalismo tras la segunda guerra mundial, está en vísperas de la desbandada; sino para reconocer que ellos mismos, los que viven por sus manos, han estado demasiado deslumbrados por los ricos, por los descreadores de la tierra”.
La radicalidad del pensamiento de Sacristán
La radicalidad ético-política del comunismo de Sacristán siempre fue sólida. “Ir en serio” era una de sus consignas. Sus críticas al eurocomunismo se encuentran documentadas en materiales como sus Cartas sobre el Eurocomunismo o su análisis del V Congreso del PSUC. Además, su labor en la Fundación del Sindicato de Enseñanza de Comisiones Obreras (CCOO), su militancia en el Comité Antinuclear de Cataluña o su trabajo en la oposición a la permanencia de España en la OTAN son hitos de su activismo, durante los cuales se destacó por sus críticas al primer gobierno de Felipe González y a los intentos de desacreditar, en un momento de agudización de las contradicciones, a un movimiento obrero aún pujante desde sectores socialdemócratas hegemonizados por las capas medias y técnicas. Su artículo “¿Realmente fueron tan malos los telegramas de CCOO?” es una muestra más de su defensa de los sectores obreros de CCOO.

Compromiso de la Juventud Comunista con el legado de Sacristán
La UJCE, como organización juvenil comunista, se siente comprometida con el legado de Manuel Sacristán y considera esencial su reconocimiento en este aniversario. Su obra, que integra una perspectiva que interrelaciona el ecologismo, el feminismo y la lucha por la paz, está profundamente vinculada a los principios del comunismo. Sus escritos y su activismo refuerzan las luchas por la emancipación de la humanidad, que tiene como premisas la justicia ecológica, la igualdad de género y la toma del poder por el proletariado.
En el contexto actual, la humanidad enfrenta una crisis global sin precedentes: la emergencia climática, la degradación ambiental, la explotación capitalista y las guerras imperialistas. Estos problemas requieren una visión transformadora que recupere los análisis de filósofos como Sacristán, quien planteó la necesidad revolucionaria de transformar profundamente las estructuras económicas y sociales para garantizar un futuro sostenible. El pensamiento de Sacristán sigue siendo una herramienta clave para enfrentar estos desafíos, combinando la lucha por el socialismo junto a la lucha por la preservación del planeta.
Por estas razones, desde la UJCE consideramos que en este Año Sacristán conveniente definir los siguientes objetivos y metas:
- Promover el estudio y la difusión de la obra filosófica y política de Manuel Sacristán entre nuestra clase.
- Conmemorar el “Año Sacristán”, en el centenario de su nacimiento invitando a la reflexión sobre su legado y su relevancia para los movimientos sociales contemporáneos.
- Impulsar la integración de sus ideas en la acción política y en los debates sobre la crisis ecológica y la lucha contra el capitalismo.
- Fortalecer entre nuestra clase el compromiso con los valores de la emancipación obrera, la justicia ecológica y la lucha contra el imperialismo, siguiendo el ejemplo de Sacristán.
En consecuencia con esto, la Juventud Comunista considera fundamental promover el debate, en el seno de nuestra clase y entre sus elementos más avanzados, en torno a la interrelación que se da entre los objetivos generales del imperialismo y sus manifestaciones en la destrucción creciente del medio y el desarrollo de toda clase de opresiones que contribuyen a fragmentar a la clase obrera. En este debate, la obra de Manuel Sacristán es una herramienta de primer orden, que se debe estudiar y dar a conocer. Para ello, la Juventud Comunista empleará todos los medios a su alcance para darle difusión y ponerla en valor.
El primer centenario del nacimiento de Manuel Sacristán es una oportunidad para reflexionar críticamente sobre sus enseñanzas y proyectarlas hacia el futuro. Desde la UJCE, reafirmamos nuestro compromiso con la lucha revolucionaria por la que Sacristán trabajó incansablemente. En este «Año Sacristán», invitamos a todas las fuerzas políticas y sociales revolucionarias de la juventud obrera a seguir profundizando en su legado para avanzar hacia una sociedad más justa, ecológica y pacífica, en un horizonte socialista y comunista.
Como el propio Sacristán señaló: «Para que, tras esta noche oscura de la crisis de una civilización, despunte una humanidad más justa en una Tierra habitable, en vez de un inmenso rebaño de atontados en un tumultuoso estercolero químico, farmacéutico y radiactivo».