Miles de personas marcharon este 1 de mayo por las calles de Francia protestando contra distintas cosas, como los salarios, la derogación de la reforma a las pensiones, e incluso, en contra del presidente de EE.UU., Donald Trump.
Solamente en París, las concentraciones sumaron a unas 32.000 personas, un aumento significativo en comparación a la asistencia del año anterior, según datos de la Policía local. En todo el país habrían marchado unas 157.000 personas, mientras que las cifras de la Confederación General del Trabajo reflejan una participación de 300.000, recoge Le Figaro.
En algunas de las manifestaciones se presentaron conflictos con los agentes policiales o los líderes políticos presentes. Tal fue el caso del podio del Partido Socialista, que fue saqueado por encapuchados identificados como ‘black blocs’. Además, funcionarios electos y activistas socialistas resultaron levemente heridos.
Videos compartidos en redes sociales muestran persecución policial a los manifestantes, trato violento con golpes y patadas, el uso de bombas lacrimógenas, e incluso ataques a miembros de la prensa. Estos enfrentamientos resultaron en la detención de 72 personas, 52 de ellas en París. 28 personas fueron procesadas, 19 de ellas en la capital.
En otro punto de las concentraciones, estaba la líder del partido opositor Agrupación Nacional, Marine le Pen, quien fue declarada culpable a inicios del mes pasado en un caso de malversación de fondos del Parlamento Europeo. Según afirmó ante más de 5.000 personas, pretende «seguir siendo candidata presidencial» hasta nuevo aviso.
