El 1 de mayo de 1944, 200 griegos fueron ejecutados por los nazis alemanes que ocupaban Grecia durante la Segunda Guerra Mundial. Las ejecuciones se iniciaron como represalia por el asesinato de un oficial alemán de alto rango a manos de la resistencia griega apenas unos días antes.
Los prisioneros fueron llevados en camión al campo de tiro de Kaisariani, un suburbio de Atenas, y ejecutados por un pelotón de fusilamiento.
La masacre de Kaisariani sigue conmemorandose en Grecia, habiendo cobrado un renovado significado político en contextos cambiantes. La ejecución fue dramatizada en 2017 en la película » La Última Nota» , dirigida por Pantelis Voulgaris.
El 27 de abril de 1944, el mayor general Franz Krech, comandante de la 41 División de Fortaleza de la Wehrmacht, fue emboscado y asesinado por combatientes de la resistencia griega en Molaoi en Laconia .
Los combatientes de la resistencia eran miembros del Ejército Popular de Liberación Griego (ELAS), brazo armado del izquierdista Frente de Liberación Nacional (EAM). Los partisanos estaban liderados por el subteniente Manolis Stathakis . Otros tres oficiales militares alemanes también murieron en la emboscada.
Las represalias alemanas fueron brutales y se ejecutaron con rapidez. El 30 de abril, la prensa, controlada por las fuerzas de ocupación, dio a conocer las órdenes de ejecución.
En total, 200 comunistas griegos fueron detenidos por las fuerzas alemanas y ejecutados en el campo de tiro de Kaisariani. Los ejecutaron en grupos de 20 en el campo de tiro.
Muchos de los que partieron a la muerte escribieron notas para sus familias y seres queridos que quedaron atrás, o dedicaron mensajes finales a su causa.
“Es mejor morir luchando por la libertad que vivir como esclavo”, escribió Nikos Mariakakis, un agrónomo de Chania, en Creta.
«Nunca te olvidé. Di mi vida por ti y por el pueblo griego. Hoy, 1 de mayo de 1944, te beso por última vez», escribió otra víctima cuyo nombre se perdió. Su nota solo tenía la inicial «A».
La ejecución de los patriotas griegos comunistas, se recuerda hoy como uno de los momentos más importantes para Grecia durante la Segunda Guerra Mundial. El evento sigue conmemorandose, pero también ha suscitado controversia en contextos políticos delicados.
