
Han pasado cinco meses desde que Al-Assad huyera de Siria y se disolviera el ejército y las fuerzas de seguridad, lo cual dejó un vacío en casi todas las provincias del país, informó el Observatorio en su sitio web.
Indicó que las fuerzas militares que controlan actualmente el país enfrentan desafíos importantes, particularmente en el frente de seguridad, y aclaró que la caída del régimen estuvo acompañada de un caos que se extendió por gran parte de Siria.
El OSDH documentó entre el 8 de diciembre y el 7 de mayo, la muerte de siete mil 342 personas, incluidos cinco mil 514 civiles.
De esta cifra total hay 402 mujeres y 260 niños, y todos fueron asesinados en diversas circunstancias y en distintas zonas de Siria, aclaró la entidad.
Aseguró que el mes de marzo de 2025 ha sido el más mortífero con dos mil 644 personas, entre ellas, dos mil 69 civiles que incluyen 144 mujeres y 97 niños.
Del total de muertos hay dos mil 92 casos de ejecuciones y asesinatos basados en la identidad sectaria y la afiliación al depuesto régimen, explicó el organismo.
Añadió que la movilización sectaria en Siria plantea una amenaza real al tejido social y a la paz civil, ya que alimenta las divisiones y abre la puerta a actos destructivos de venganza que devastan la vida de los civiles.
El Observatorio Sirio llamó a las autoridades locales a que hagan frente a las matanzas, trabajen para consolidar los valores de unidad y coexistencia pacífica entre todos los ciudadanos y apoyen la justicia transicional.