Esa suspensión acontece a solo dos días después de que ambos países se acusaran mutuamente de espionaje y marca otro obstáculo en los vínculos bilaterales.
El Ministerio de Justicia de Kiev anunció la suspensión del encuentro mediante las redes sociales, señalando que esta cita sería el inicio de un nuevo proceso de diálogo regular.
Budapest ha expresado de manera reiterada su preocupación por el trato que recibe la población húngara en Ucrania, especialmente en la región fronteriza de Transcarpacia, donde reside la mayoría de esta minoría.
El conflicto se intensificó cuando las autoridades ucranianas detuvieron en Transcarpacia a dos personas acusadas de espiar para la Inteligencia militar húngara.
Según Kiev, estos agentes buscaban identificar posibles vulnerabilidades en los sistemas defensivos ucranianos y evaluar la opinión ciudadana ante un posible despliegue militar húngaro en la zona.
En respuesta, Hungría expulsó a dos supuestos espías, en un claro gesto de reciprocidad que profundiza la tensión política entre ambas naciones.
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, conocido por mantener vínculos con Rusia y por su postura crítica hacia la posible adhesión de Ucrania a la Unión Europea, rechazó las acusaciones y calificó la información ucraniana como una campaña de difamación.