Los accidentes laborales en España causaron 796 muertos en 2024 en España, 75 más que en el año anterior. Las cifras no serán mejores en 2025 y amenazan con ascender todavía más las muertes en los centros de trabajo. Las víctimas por sectores son:
- Servicios: 326 fallecimientos, con un aumento del 15,6% respecto a 2023.
- Construcción: 135 muertes, incrementándose en un 3,1%.
- Industria: 116 fallecimientos, lo que supone un aumento del 20,8%.
- Agricultura: 69 muertes, con una disminución del 4,2%.
Vamos a una media en el año anterior de 2,2 trabajadores muertos diarios, lo que dispara la siniestralidad y evidencia que son la búsqueda de la ganancia ilimitada, la intensificación del ritmo de trabajo y la reducción de costes en seguridad las que provocan estas cifras escandalosas. De los tipos de enfermedad en el ámbito laboral destaca el aumento exponencial de las enfermedades mentales asociadas al trabajo, con una clara prevalencia de la depresión y la ansiedad. También las muertes por enfermedades cardiovasculares durante la jornada de trabajo aumentaron un 39% respecto al año anterior y todo esto sin que los sindicatos verticales de CCOO y UGT y la flamante ministra de trabajo, Yolanda Díaz, hayan hecho ni un comentario al respecto.
El exponente común que crea este aumento en las cifras se llama capitalismo y es el dominio absoluto del capital sobre el trabajo asalariado. Como decía Marx, el capitalismo maltrata a sus dos fuentes de riqueza, la naturaleza y la fuerza de trabajo.
La crecida exponencial de las muertes en los centros de trabajo responde a unas relaciones de producción que han encontrado su techo en la tasa de ganancia y no tienen otra forma de continuar aumentando que la intensificación de los ritmos de trabajo y la reducción en los costes en seguridad. La enajenación del trabajo vivo y de la vida misma convertidos en mercancía, mediante la relación asalariada, hace que el beneficio del trabajo vivo acabe en manos de los capitalistas y su codicia ilimitada, con los resultados de muerte sobre la clase obrera. Mientras ellos disfrutan con su ganancia privada, la clase obrera pone los muertos y crea toda la riqueza sin disponer de ella.
Las relaciones de producción bajo este sistema han caducado y han convertido al capitalista en un parásito que no tiene utilidad, ni otra función que apropiarse de la plusvalía y por eso nos sitúan en unas relaciones de producción más elevadas, las socialistas, donde la clase obrera será dueña de la riqueza que produce. En estas relaciones de producción nuevas, que se gestan en las entrañas de este sistema caduco, la naturaleza y la fuerza de trabajo dejarán de ser maltratadas. Marx, en su prólogo a la “Contribución a la crítica de la economía política” (1859) decía que “el modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina la conciencia. Al llegar a una determinada fase de desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la sociedad chocan con las relaciones de producción existentes, o lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí”. Por lo tanto, a la clase obrera no le queda otra salida que la revolución socialista.
El capitalismo se ha descompuesto tanto que el comercio, esto es, la circulación de mercancías, base de su existencia, se ha convertido en la antesala de la guerra, como vemos en la guerra arancelaria y los intentos de anexión de territorios. Tampoco puede aumentar la producción porque el mercado quedaría colapsado y sólo puede crecer por el sector de los servicios y de gestión, lo vemos en Amazon, Glovo y un largo etcétera.
Mientras la burguesía gasta su tiempo y dinero en hacer publicidad contra el comunismo y le atribuye un número de muertos indemostrables y que atentan a la lógica, el capitalismo, sólo en España, asesina a 2,2 obreros diarios como hemos resaltado más arriba, por sus ansias de ganancia privada ilimitada, aun por encima de la vida humana. El proletariado organizado en su partido de vanguardia, el PCOE, organiza y trabaja con el proletariado revolucionario en la creación de estructuras de poder obrero. El socialismo es un proceso irreversible en el que el PCOE actúa de destacamento de vanguardia y guía al proletariado hacia su misión histórica, construir la dictadura del proletariado y el tránsito al socialismo. Únete a nuestras filas y construye poder obrero frente a la violencia de la burguesía.
¡No más asesinatos en el trabajo!
¡Socialismo o muerte!
¡Nuestros muertos son su ganancia!
COMISIÓN DE AGITACIÓN Y PROPAGANDA DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)