La propaganda debe ser activa, clara y convincente. La propaganda revolucionaria no tiene valor si se limita únicamente a la fraseología, solo una propaganda incisiva, correctamente relacionada con los problemas de la vida, con los problemas generales y con las cuestiones locales, una propaganda que ayude a crean amplias masas un espíritu de iniciatíva puede educar política e ideológicamente al proletariado y a las demás masas trabajadoras, lanzarlas a la acción, prepararlas para la revolución. La burguesía capitalista en todos los países, además de manejar una gran fuerza como el ejército, la policía, etc. posee así mismo una vasta experiencia en la lucha contra el proletariado y su actividad.
Cuenta igualmente con toda una red de propaganda, la prensa, la radio, la televisión, el cine, el teatro, la música, etc. Todos estos medios de propaganda son tan corruptos que son susceptibles de desorientar, viciar y debilitar por cierto tiempo los esfuerzos del proletariado y su lucha de liberación. En los Estados de llamada democracia burguesa donde existe una cierta «libertad democrática», no es suficiente desarrolla sólo una propaganda periodística corriente contra el capitalismo en general. Los órganos de prensa de los diversos partidos burgueses y revisionistas hablan sin orden ni concierto, naturalmente no en contra del régimen burgués sino en contra de personas en particular, en contra de aquellos que pretenden reducir la tajada de los demás en la gran mesa, a la que se han sentado y comen a expensas del pueblo.
La propaganda, sobre todo la prensa de los partidos marxistas-leninistas recién creados, tiene una importantísima tarea: desenmascarar la falsedad de la democracia burguesa, denunciar todas sus maquinaciones, y también la demagogia de los revisionistas y los demás lacayos del capital. La propagan y la prensa marxista-leninista muestran la verdad al desnudo, indican que el camino de la liberación social y nacional pasa a través de la revolución, mientras que la propaganda y la prensa burguesa y revisionista, embaucan, adormecen, desorientan a las masas para apartarlas de la revolución, meterlas en un callejón sin salida, mantenerlas esclavizadas.
Pero para esclarecer a las masas, para convencerlas de la justeza de la línea política del partido de la clase obrera para prepararlas para la revolución, la propaganda por sí solas no es suficiente. Lenin dice que para preparar la revolución,……………. se precisa la propia experiencia política de las masas…………., La propaganda misma es eficaz y hace mella cuando es acompañada de la acción revolucionaria. Sin acción, el pensamiento se marchita. Esta actividad no es ni debe ser una aventura, sino una lucha dura, un choque encarnizado con los enemigos de clase, que pasa de una forma sencilla a una forma superior, que vence innumerables dificultades y acepta todos los sacrificios que requiera la revolución.
Los auténticos partidos marxistas-leninistas están a la vanguardia y no a la zaga de la acción revolucionaria. Las posibilidades momentáneamente escasas de su lucha y sus esfuerzos, con los cuales se oponen y deben oponerse a la gran fuerza de la reacción capitalista, no los desalientan. Enseñan a sus miembros a ser osados y a no perder de vista que su acción justa, ponderada, madura, resuelta, tiene hondas repercusiones en las masas que les ven actuar y les escuchan. Cuando se obra así, las masas comprenden que el objetivo de esta o aquella acción revolucionaria va en interés del proletariado y de los explotados. La acción revolucionaria liga los partidos de la clase obrera con las masas, los pone a su cabeza, los hace vencedores sobre los partidos reformistas, revisionistas. …..Marx….Cada movimiento real, decía….vale más que una docena de programas…… .
En los países capitalistas, además de las fuerzas revolucionaras que están dirigidas por el partido marxista-leninista, hay otras fuerzas que luchan y se enfrentan con la policía, la gendarmería, etc. Muchas acciones y enfrentamientos de estas otras fuerzas tienen una carácter terrorista, anarquista, aventurista, se presentan con toda clase de colores y etiquetas y están guiadas por diversas ideologías, y tienen por objeto, entre otras cosas, desacreditar a los partidos marxistas-leninistas, y se esfuerzan por sacar partida del descontento, la indignación y el valor del proletariado, de los estudiantes de la juventud en general, crean la impresión de que el proletariado está en degradación, de que se ha transformado en el lumpen -proletariado.
El partido Comunista marxista-leninista, despojado de cualquier ilusión acerca de la toma del poder a través de la vía parlamentaria, puede juzgar y considerar oportuno participar, en algunos casos particulares y favorables, también en actividades legales, como las elecciones municipales, parlamentarias, etc. con el único objetivo de propagar su línea entre las masas y desenmascarar el régimen político burgués. Pero el partido no convierte esta participación en línea general de su lucha como hacen los revisionistas, no convierte estas formas en principales o, lo que es peor, en únicas formas de lucha.
En su actividad, los marxistas-leninistas no se preocupan en absoluto de que, con sus acciones revolucionarias, pisotean y violan la constitución, las leyes, las reglas, las normas, el régimen burgués. Luchan por minar este régimen para preparar la revolución.
Por eso, el partido marxista-leninista se prepara y prepara a las masas para hacer frente a los golpes que la burguesía puede dar en respuesta a las acciones revolucionarias del proletariado y de las masas populares. Es indispensable que desarrolle un gran y amplio trabajo para estudiar y asimilar la teoría marxista-leninista. Una de las razones de que los antiguos partidos comunistas de los países capitalistas se convierten en partidos revisionistas es precisamente el haber descuidado por completo el estudio y la asimilación del marxismo-leninismo, convirtiéndose en palabras vacías, en slogans sin penetrar profundamente en la conciencia de los miembros del partido ni en las masas. En preparación de la revolución, la unidad y colaboración de los partidos marxistas-leninistas de los diversos países sobre la base de los principios del internacionalismo proletario, tiene una importancia particular.
ENVER HOXHA (El Imperialismo y la Revolución).
Julio Tuñón Osoro