En declaraciones a la agencia de noticias Safa, explicó que las cuatro están ubicadas en la ciudad Deir al-Balah, en el centro del enclave costero.
Acusó al Ejército israelí de impedir el funcionamiento de las panaderías en varias áreas de Gaza.
Por ejemplo, destacó, en la gobernación de Khan Yunis todas están cerradas “debido a la difícil situación de seguridad, los bombardeos constantes y el desplazamiento de la mayoría de sus residentes”.
Una panadería en el campo de refugiados de Nuseirat estuvo abierta un día, pero luego detuvo sus labores por el caos y la incapacidad para hacer frente a la avalancha de personas hambrientas que irrumpieron allí, subrayó.
Ese último centro se vio obligado a devolver sus suministros al PMA porque no podía operar en esas condiciones a menos que se distribuyera harina a los ciudadanos para darles una sensación de seguridad alimentaria después de meses de hambruna, relató.
Respecto del norte de la Franja, Al-Ajrami señaló que la mayoría fueron atacadas.
“Las cantidades de harina son muy pequeñas y no han llegado a la mayoría de las gobernaciones porque el Ejército controla el movimiento de camiones”, a lo que se suman los asaltos de bandas a varios de esos vehículos, apuntó.
El gobierno de Benjamin Netanyahu impuso un bloqueo total al territorio desde el 2 de marzo último como parte de su política de máxima presión contra el Movimiento de Resistencia Islámica.
Sin embargo, ante la ola de condenas y el rechazo generalizado de la comunidad internacional, Netanyahu se vio obligado a permitir la entrada limitada de ayuda desde el pasado martes, aunque la ONU considera insuficiente las cantidades.
