El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Seyed Abbas Araghchi, acusó al régimen israelí de ser la principal causa de los problemas que viven los países de Medio Oriente en general, más allá de los territorios palestinos ocupados.
Este viernes 23 de mayo, el canciller iraní mantuvo una reunión en Roma con el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, en la que se refirió a la catastrófica situación que vive el pueblo palestino asediado, saqueado y asesinado por el ocupante israelí.
Araqchi denunció la política de ocupación y discriminación israelí como el motor que alimenta la inseguridad y la violencia en toda la región de Asia Occidental. De acuerdo con el canciller, la agresión israelí no se limita a Palestina, sino que se extiende a través de grupos armados y conflictos en países vecinos, generando una crisis regional compleja y persistente.
El diplomático iraní criticó la solución de dos Estados, y la calificó como promesa incumplida durante décadas que, en su opinión, sirve para justificar la expansión colonial israelí y la privación sistemática de derechos a los palestinos. Para Irán, esta fórmula no resolverá el conflicto en Palestina ni garantizará la justicia y la paz duradera.
Como alternativa, Araqchi propuso la creación de un solo Estado palestino democrático que incluya a todos los habitantes originarios de Palestina, musulmanes, judíos y cristianos, que decidirán su futuro mediante un referéndum. Esta solución, afirmó, es la única capaz de empoderar a los palestinos y acabar con la catástrofe humanitaria que sufren bajo el régimen israelí.
El ministro iraní también hizo un llamado urgente a la comunidad internacional para que condene los crímenes cometidos en Gaza y otros territorios palestinos, y tome medidas inmediatas que detengan la agresión israelí y permitan la entrada de ayuda humanitaria. Subrayó la responsabilidad legal y moral de todos los países en la búsqueda de una solución justa y pacífica.
La postura de Irán, expresada en un contexto de intensas tensiones regionales y negociaciones diplomáticas, refuerza su visión de que solo un cambio profundo en la estructura política de Palestina, basado en la igualdad y la autodeterminación, podrá traer estabilidad a Medio Oriente y poner fin a décadas de sufrimiento para el pueblo palestino.
