Koldo, Víctor de Aldama y Pérez Dolset, el novio de Ayuso, el hermano de Pedro Sánchez, la mujer de Feijóo. Errejón, Correa, Crespo, Bárcenas… los nombres de los personajes que conforman el estercolero nacional y que ocupan a las terminales mediáticas del régimen, ofrecen un panorama diáfano del momento político. Ilustran el estado de las cosas y provocan el alejamiento de las mayorías de la participación social.
Y el caso es que no nos lo podemos permitir, por ejemplo, el gasto militar que exige Trump y que los gobiernos europeos aceptan encantados y buscando en la palabra Putin la justificación a todo (hace unas horas un ministro británico dijo que el alza de los precios en los supermercados ingleses era culpa directa de Putin, e hizo una mueca tipo «lo sabré yo»,,,) para alimentar a la industria armamentística, que siempre aparece dispuesta a obtener beneficios gigantes con las crisis.
Este sábado hay una cita necesaria, importante, donde desde las calles se gritará contra esta política belicista que transfiere dinero de servicios públicos y sueldos a la guerra imperialista. La convocatoria abarca decenas de organizaciones, por haberlas haylas incluso que votan dentro de gobiernos que aumentan el gasto militar obedeciendo cual lacayos a la OTAN. A pesar de ellos y sus miserias electorales la movilización debe constituir el comienzo de la presencia de lo más consciente del país haciendo política en su medio natural: las calles.