El expresidente de Bolivia, Evo Morales rechazó este jueves un nuevo proceso judicial en su contra, denunciando que no solo lo persigue a él, sino al pueblo boliviano que se organiza.
“Este no es un ataque a una persona: es una amenaza al pueblo que se organiza y levanta la voz. Pactar con la derecha no traerá estabilidad, solo más crisis. Bolivia necesita soluciones, no persecuciones”, señaló.
Morales enfrenta ahora un nuevo proceso judicial impulsado por el ministro de Justicia boliviano, César Siles, con acusaciones por supuesto delitos de terrorismo, instigación pública a delinquir, desobediencia, obstaculización de procesos electorales y atentados contra la libertad de expresión.
Ante ello, el expresidente acusó al TCP de ser un “francotirador” en un “plan del imperio” para excluir candidaturas opositoras.
“La consigna es clara: entregar al Gobierno a la derecha y legitimar la elección con candidaturas pactadas que cuiden sus espaldas”, advirtió.
La inhabilitación de Morales y el nuevo proceso judicial intensifican las acusaciones de persecución, no solo contra él, sino contra los movimientos sociales que representa.
Su declaración sobre una “amenaza al pueblo” busca movilizar apoyo popular frente a las restricciones legales.
