El aparato, un E-4B Nightwatch, aterrizó en la instalación militar, ubicada en Maryland, en medio de una creciente tesión sobre el eventual plan de ataque de Trump -pausado de momento- en la nación persa.
Si bien la Casa Blanca no ha comentado sobre el último movimiento del avión, en redes sociales algunos usuarios dan por sentado que existe una probable preparación militar de Estados Unidos.
La aeronave es un Boeing 747 militar que sirve como Centro Nacional de Operaciones Aerotransportadas y es un componente clave del Sistema Nacional de Comando Militar del presidente, el secretario de Defensa y el Estado Mayor Conjunto.
En caso de emergencia nacional o pérdida del mando terrestre, el «Avión del Juicio Final» -declaró la Fuerza Aérea- «proporciona un centro de comando, control y comunicaciones con alta capacidad de supervivencia para dirigir a las fuerzas estadounidenses, ejecutar órdenes de guerra de emergencia y coordinar las acciones de las autoridades civiles».
Se utilizó durante los atentados del 11 de septiembre de 2001. El E-4B Nightwatch puede permanecer en el aire durante largos periodos y reabastecerse de combustible en pleno vuelo.
Protegido contra ataques de pulsos electromagnéticos y capaz de sobrevivir a una explosión nuclear, el avión está equipado con comunicaciones satelitales avanzadas, tecnologías de blindaje y tiene capacidad para más de un centenar de personas.
Sin previa declaración de guerra, en la madrugada del pasado 13 de junio, Israel lanzó un ataque aéreo contra Teherán y otras ciudades de Irán. La versión oficial indicó que el objetivo era golpear enclaves militares y nucleares estratégicos de la República Islámica.
La escalada del conflicto podría llevar a una guerra regional de imprevisibles consecuencias.