Hoy hace 30 años, los restos mortales de Joxean Lasa y Joxi Zabala, secuestrados, torturados y asesinados por los GAL, llegaron a Euskal Herria por el aeropuerto de Hondarribia. Aquí, la Ertzaintza, la Guardia Civil y la Policía Nacional reprimieron de manera brutal a quienes allí estaban para recibirlos.
Pero no acabó todo ahí, ya que en el cementerio de Tolosa, pueblo de los asesinados, la Ertzaintza volvió a cargar; lo hicieron cuando los familiares y allegados de Joxean Lasa y Joxi Zabala intentaban enterrar sus restos.
Uno de los hermanos de Lasa expresó sobre lo ocurrido: “Nos disponíamos a poner unas flores encima de los féretros y, a la voz de ‘cargar, cargar’, el mando de la Ertzaintza creó una situación que no tiene ninguna explicación. Ver las coronas por los aires, los familiares por los suelos, la gente llorando, los golpes… la verdad es que describir todo ese dolor es muy difícil”.