“Usando microbios vivos, realizamos transformaciones químicas sofisticadas, lo que podría abrir nuevas formas más ecológicas y sostenibles de producir materiales valiosos, como medicamentos, a partir de desechos”, comentó el profesor de biotecnología química Stephen Wallace, autor del estudio.
Según los expertos, el método prácticamente no genera emisiones de carbono y es más sostenible que la fabricación actual del medicamento, que emplea combustibles fósiles, como el petróleo crudo.
Además, supone reutilizar el tereftalato de polietileno (PET), plástico que se encuentra en numerosos artículos y productos de uso cotidiano, y que luego es desechado en vertederos o en los océanos.
La investigación demuestra que la bacteria Escherichia coli (E. coli), comúnmente utilizada en biotecnología, puede transformar ácido tereftálico en el ingrediente activo del popular analgésico y antipirético.
El equipo empleó una reacción química conocida como reordenamiento de Lossen, que hasta ahora no se había inducido en células vivas, y esta enzima responsable fue activada mediante compuestos presentes de forma natural en el interior de las bacterias.
La nueva técnica se llevó a cabo a temperatura ambiente y prácticamente no generó emisiones de carbono, lo que demuestra, en opinión de los especialistas, que el paracetamol se puede producir de forma sostenible.
Emplearon un proceso de fermentación, similar al utilizado en la elaboración de cerveza, para acelerar la conversión de residuos industriales de PET en paracetamol en menos de 24 horas.
Alrededor del 90 por ciento del producto elaborado mediante la reacción del ácido tereftálico con la bacteria genéticamente modificada fue paracetamol.
Aún así, los científicos afirman que hace falta más desarrollo antes de que pueda producirse a nivel comercial.