
Cerca de medio centenar de agentes policiales resultaron heridos en violentos enfrentamientos con manifestantes la noche del sábado 28 de junio, en Belgrado (capital), informó el ministro del Interior serbio, Ivica Dacic.
En total, 48 efectivos sufrieron lesiones, incluyendo 38 integrantes de la Gendarmería, entre otras unidades. Uno de los policías heridos se encuentra en estado grave.

Los estudiantes, que llevan siete meses bloqueando universidades, habían convocado a una protesta masiva en el centro de Belgrado. La tensión se elevó al expirar, a las 21H00, el ultimátum que la oposición emitió el 25 de junio, cuando exigió se convoque a elecciones parlamentarias anticipadas y se retire la acampada de simpatizantes del Presidente serbio de la plaza frente a la Asamblea Nacional.
El presidente Vucic, por su parte, descartó adelantar las elecciones parlamentarias. Las autoridades serbias sostienen que estas protestas buscan derrocar al Gobierno y a Vucic, y que detrás de ellas operan organizaciones y medios financiados desde el extranjero, con una inversión de 3.000 millones de euros en 10 años.
Lo que inició como una protesta por el colapso de una marquesina en Novi Sad, bajo el lema «Justicia para Novi Sad», varió en una crisis política prolongada. Actualmente, los manifestantes reclaman directamente la renuncia del presidente Vucic, elecciones parlamentarias anticipadas y el fin de lo que describen como un Gobierno autoritario.