Andrés Calderón Blandez nació en Guadalcanal, hijo de Carmen y del barbero José María. Siendo joven marchó a Sevilla a trabajar en los Almacenes Peyré, aprendió el oficio del comercio, conoció las ideas socialistas y a su futura mujer, Carmen Cruz Martín, modista en la citada empresa. La pareja se instaló en Guadalcanal donde abrieron un comercio de telas y nacieron sus 5 hijos. Para entonces Andrés Calderón, miembro de la UGT, ya era uno de los principales artífices de la creación de la Agrupación Socialista de Guadalcanal. Tras la proclamación de la IIª República, y repetidas el 31 de Mayo las Elecciones Municipales del 12 de Abril de 1931, Calderón resultó elegido Concejal y primer Teniente de Alcalde, quedando a su cargo la Comisión de Policía Urbana.
Tras un año alejado de la política municipal, regresó al Consistorio en Julio de 1932 como alcalde, hasta Octubre de ese año. En aquellos 3 meses tuvo que hacer frente a varias huelgas obreras, altercados con un cura “trabucaire” y beligerante, y el golpe de Estado del general Sanjurjo. La clientela de derechas comenzó a boicotear su establecimiento. En Mayo de 1933 volvió a ocupar la alcaldía, teniendo que enfrentarse con el párroco Pedro Carballo por los desaforados toques de campana y los protocolos de los enterramientos. En Abril de 1934, durante la celebración del tercer aniversario de la proclamación de la República, desde el Ayuntamiento se sufragó el reparto de 500 kilos de pan entre la población más desfavorecida. La noche del día 14 un grupo de jóvenes fascistas interrumpió el baile popular a voces y pedradas.
En Septiembre de 1934, el gobierno derechista sustituyó a la corporación por elementos afines. Para beneficiar al sector privado en detrimento del público, adjudicaron al Colegio Sadel de San Luís Gonzaga, centro de enseñanza privado de clara ideología ultra-católica, las becas sufragadas por el Ayuntamiento y destinadas a la educación de los pobres. Además facultaron al alcalde para organizar un contingente desorbitado de guardas jurados con armas de fuego, un pequeño ejército privado al servicio de la patronal agraria para la represión de los jornaleros. La principal preocupación de la corporación derechista era ampliar el cuartel de la guardia civil.
Tras la victoria del Frente Popular en Febrero de 1936 el poder municipal pasó de nuevo a manos de los concejales destituidos ilegalmente en Septiembre de 1934. La nueva Corporación Republicana nominó a Andrés Calderón Blandez como Alcalde. El nuevo Consistorio acordó retirar las subvenciones al colegio Sadel e invertir en los comedores escolares de las Escuelas Públicas y en las Cantinas escolares. La derecha local comenzó a hostigar a las autoridades municipales apoyados por el párroco golpista. Los grandes propietarios agrícolas boicotearon las leyes y decretos del Gobierno que pretendían paliar la aguda crisis de trabajo de la población jornalera.
La mañana del 17 de Julio de 1936, ignorante aún del golpe militar que se avecinaba, Andrés Calderón viajó a Sevilla para gestionar diversos asuntos del Ayuntamiento. Al producirse la sublevación del 18 de Julio, Calderón aún se hallaba en Sevilla. Nada más conocerse la noticia muchos vecinos se echaron a la calle y comenzaron a concentrarse a las puertas del Ayuntamiento en la Plaza de la República.
La tarde del día 18 Andrés Calderón fue detenido por los golpistas en las instalaciones del Hotel Majestic mientras participaba en la celebración de la onomástica del secretario de la Diputación Provincial de Sevilla Federico Villanueva. Tras pasar unos días preso en la Comisaría Jesús del Gran Poder fue trasladado a la prisión habilitada en el Cine Jáuregui, lugar en el que permaneció hasta la madrugada del 1 de Agosto. Ese día, Andrés Calderón Blandez fue sacado para ser asesinado mediante fusilamiento en las tapias del Cementerio de San Fernando de Sevilla, donde su cadáver fue arrojado a la fosa común Pico Reja. Tenía 47 años.