«El reto central de la política exterior estadounidense actual es que los compromisos de defensa de Washington en todo el mundo superan su poder militar», explica.
El artículo señala que, para Trump, maximizar el apoyo a Israel mientras deja a Ucrania más vulnerable, es «políticamente y estratégicamente atractivo», en medio de desacuerdos políticos internos sobre la dirección de la política estadounidense.
«Si Trump quiere contentar tanto a los halcones como a las palomas de su dividida coalición, adoptar una línea dura con Irán y una más suave con Rusia tiene evidentes ventajas políticas desde su punto de vista», apunta.
Asimismo, para mantener el apoyo a todos los aliados por igual, se requiere una transición militar del país, algo a lo que Trump aún no está dispuesto, añade el diario.
Anteriormente, el Pentágono suspendió los suministros de armas esenciales a Ucrania. Desde la Defensa estadounidense, explicaron que la medida se aplica debido a la preocupación por la disminución de las propias reservas militares. «Esta decisión fue tomada para anteponer los intereses de Estados Unidos», comentaron desde la Casa Blanca. Posteriormente, Donald Trump destacó que el país sigue suministrando ayuda a Ucrania, pero teniendo en cuenta sus necesidades.
El portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, al comentar las informaciones sobre la suspensión de algunas entregas de armas a Kiev, afirmó que cuanto menos armamento reciba Ucrania, más cerca estará el final de la operación militar especial.