“Continuemos caminando en el camino irreversible de la multipolaridad, donde las sanciones coercitivas unilaterales como el criminal bloqueo económico y comercial contra nuestra hermana República de Cuba, no tenga lugar”, afirmó, al calificar esta represalia de Washington de medida injusta y violatoria de los derechos humanos.
Durante su intervención en la XVII Cumbre de los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) en la ciudad de Río de Janeiro, Arce advirtió que esta arma de guerra económica mantenida durante más de seis décadas “limita el desarrollo pleno del valiente, digno y solidario pueblo cubano”.
Sostuvo que la lucha común por lograr una reforma profunda de la gobernanza global, implica el rechazo a las actuales guerras híbridas y a las estrategias de intervención militar de Estados Unidos, las cuales se reiteran a través de la OTAN o mediante bombardeos como los perpetrados recientemente en apoyo a la injustificada agresión de Israel contra Irán.
“Es inconcebible que el Consejo de Seguridad (de Naciones Unidas) continúe secuestrado por pocos países y por mecanismos de funcionamiento obsoletos, como el veto que perpetúa la impunidad del imperialismo para violar los derechos humanos, la soberanía y el derecho de autodeterminación de los pueblos”, señaló.
Arce enfatizó en que se debe ratificar una firme condena al genocidio de Israel contra “nuestros hermanos palestinos y exijamos una solución que les permita vivir en paz y con dignidad en su propio territorio”.
En sus palabras, alertó sobre lo que denominó colonialismo modernizado y una “modalidad de guerra multidimensional en la que interactúan ataques económicos y políticos”.
Indicó que se trata de un nuevo estilo que utiliza la corrupción, el narcotráfico, la desinformación y la delincuencia internacional como arma política, en el contexto de un conjunto de acciones desestabilizadoras; y que mantiene el bloqueo económico y otras formas de agresión contra países y gobiernos que buscan su autodeterminación.
Advirtió el dignatario que en esa línea no se descarta el desarrollo de acciones militares para afectar a procesos democráticos que pretenden salir de los círculos de dependencia occidentales.
“Bolivia no ha escapado a ese tipo de guerra -indicó Arce-, desplegada por actores históricamente conocidos por su alineamiento a las políticas de dominación de Estados Unidos, a la que se han sumado facciones del campo popular ganadas a una línea de acción distinta a la de la emancipación”, concluyó el jefe de Estado.