De enero a junio fueron documentados 143 ataques de los colonos judíos contra la población palestina en el territorio, 26 de ellos agresiones directas, precisó en un informe la Unidad de Relaciones Públicas y Medios de Comunicación de la Gobernación de Jerusalén.
La naturaleza de esos ataques “indica que los colonos están siguiendo una política sistemática destinada a imponer su hegemonía sobre el espacio público” en la urbe, advirtió.
También se registraron 128 heridos como resultado de la represión y las redadas de la Policía y el Ejército, que incluyeron lesiones graves por disparos, palizas y bombas lacrimógenas, subrayó.
Según el documento, las autoridades israelíes arrestaron en la zona oriental de Jerusalén a 404 palestinos y demolieron 186 estructuras con el argumento de que carecían de permiso.
En el contexto, criticó el arresto domiciliario contra el gobernador palestino de Jerusalén, Adnan Ghaith.
El informe también criticó los sistemáticos ataques contra las iglesias cristianas y sus fieles en la llamada ciudad santa, así como las incursiones en la Explanada de las Mezquitas, una zona sagrada para musulmanes y judíos, que la conocen como Monte del Templo.
Durante la primera mitad de 2025, al menos 107 ciudadanos fueron deportados por Israel, en tanto numerosos exprisioneros, periodistas y activistas fueron objeto de persecución, indicó.
El ejército israelí ocupó la zona oriental de la metrópoli en 1967, y desde entonces mantiene bajo su control el territorio, pese a varias resoluciones sobre el tema del Consejo de Seguridad.
De hecho, en 1980 las autoridades del país declararon a toda la urbe como su capital eterna e indivisible, una postura rechazada por la comunidad internacional.
Recientemente, el experto palestino Khalil Tafakji denunció que el gobierno de Benjamin Netanyahu aceleró este año los planes expansionistas en la zona y en la periferia para judaizarla y aislarla del resto de Cisjordania.
El objetivo final es impedir que esa región se convierta en capital del futuro Estado palestino, como reclama el mundo, alertó.