Maité Campillo*.— Un cuento del escritor Italo Calvino habla de un país en el que todos sus habitantes eran ladrones, salían de noche con una ganzúa y una linterna a saquear por las casas, al regresar cada vecino cargado de objetos robados encontraba su propia casa desvalijada: »Un vecino robaba al otro, y éste a otro diferente, y así sucesivamente, hasta llegar al último que robaba al primero, se cerraba de esta forma el círculo».
¿Se apuntan a la profesión más segura y antigua del siglo?
Papá, quiero ser rey, – ¿rey?–, lo veo muy difícil hijo, el dedo del General ya no vive… ni la reina de Inglaterra puede echarte un cable y lo hubiera hecho con mucho gusto, sentía debilidad como Paquito El Caudillo por los suyos. Ufff, y no digamos, la casta francesa visionaria como peleó su conservación sin apoquinar ni un franco, abrió frontera y les enseñó el fruto ansiado – como a Napoleón – eso sí, antes que llegara la revolución burguesa (francesa) por si acaso, no fueran a perder toda referencia y los flotadores salvavidas, que siempre viene bien cuando la embarcación se viene a pique, no veas como viven, como para pedir traslado a la patria de origen! Métete a político, hijo, y vive como un rey, creo que puedo asesorarte; eso sí, todo a su tiempo, coge confianza y empieza a robar carteras, cuantas más mejor. Proponte engañarnos a todos, no te importe el tiempo que dediques, y sobre todo, no te importe a quién, sea familia, amigos, vecinos, es lo de menos. Muy importante, sé constante, arriesga valor, siente y vive lo que quieres conseguir ésta es tu meta ¿Supongo que quieras llegar a Presidente? – Sí papá ya que no puedo ser rey – Pues nada, hijo, nada entre aguas, ilustrate, los escrúpulos sobran en esta profesión, practica con quien tengas oportunidad sin mirar a quién, recuerda cuando de monaguillo robabas el “cepillo” y te bebías el vino de misa. Guíate por tu instinto, es todo lo que puedo aconsejarte, si ya te destrabalenguaste, sigue trabalenguando en orden trabalenguario, prepárate para las elecciones. Si quieres seguir en la brecha supérate, brilla como el vidrio vitrificado vivamente repujado: crea tu perfil! Como político puedes tener futuro, triunfarás hijo mío – Gracias papá, entrenarás a tu hijo para ganar las elecciones a presidente?–. Ahí ya no podría ayudarte; por el abolicionismo lucha el abolicionista y abolicionando aboliciona la tentación esclavista; seguiré jubilado, peleando en la calle.
De todos es sabido que entre reyes y clérigos anda el dinero y tras él las arcas multiplicando sumas contra dividendos, el escudo es el Estado, por cuyos honorarios, unos y otras hacen milagros además de acudir en mueca avanzada de estragos al ensayo parlamentario. Clases magistrales agitaron la barba sin pelos en la boca quien de inocente no tenía una cana, inteligente el escritor, dramaturgo de ingeniosas obras y mayor inteligencia, Valle Inclán, para mayor referencia: «Los españoles – perdón, los pueblos regados por su continente en contenido republicano – han echado al último Borbón no por rey, sino por ladrón» (Dijo el ilustrado galego, filosofando, sobre el exilio al estampido de la II República, en 1931, del rey Alfonso XIII). Pero en 1933 los cables dóciles volvieron a enderezar la asfixia a todo aliento a justicia y libertad, y en 1934, tomaron las riendas por su cuenta caciques, burgueses y lameculos, a la carga de levantamientos, a soltar más balaceras que hostias en misa. Se trata de la carnicería contra la revolución de octubre que se inicia en Asturies, postura antagónica al pueblo, que en 1936, vota y gana las elecciones y aún así no cambió los mandos del ejército, de crear milicias populares siquiera, y cuando llegó el golpe militar el 18 de julio ya era demasiado tarde. El mismo escuálido general golpista, Franco, acumuló tal riqueza que hasta sus nietos (o lo que fueran) han seguido viviendo como los reyes herederos impuestos a dedo, a costa del hambre y miseria al pueblo, a la que siguió la democracia dando palos de ciego en balas de plomo. Hablando de ladrones y reyes harta la historia y los pueblos andan para quedarse dentro de ella, ¨otro exiliado¨, salió, y nadie lo perseguía, la democracia avanzada no está para increpar a ningún chorizo rey. Se fue a esconder el tesoro por si llegaban Los bandidos a Palacio evaporándose como humito tras frontera dejando una estela de tufo en hacienda carcomido de gusanos. Su huida no pensaba en las musarañas sino en lo millones robados a fortalecer el clan mobarcofascita ‘Don Juan Carlos I Rey de España’ protegido por los sátrapas de la ruta de Oriente. Dio aviso a sus protegidas, sonó trompeta, ansiosas a la espera de la cueva del tesoro, luchan despotricándose aludiendo identidad reflejadas en el fango del trompetista de la fortuna – ¨lo siento¨ ¨he pagado a hacienda¨ ¨se han llevado todo¨–. Sangre alterada, adulterada de millones, uñas y dientes deambulando bienes, ahí anda hecha un cristo en agua de borrajas ya la bandida real que en juicio se hizo la ‘lista’ pues cuna tenía ante la tropa de toga.
¿Más a quién no maravilla
ver en su gloria, sin tasa,
que es lo menos de su casa
doña Blanca de Castilla?
Pero pues da al bajo silla
y al cobarde hace guerrero,
poderoso caballero
es don Dinero.
Hay ladrones de todo tipo como hay escuálidos con y sin cartera; eso sí, abundan ratas y rateros, faltan pícaros lazarillos como el de Tormes. No entiendo por qué ya no quedan ladrones con ética, ni románticos a la entrega colectiva del recaudo, ni militancia que en vez de pedir asalte cortijos con sentimiento soñador de amor aferrado a imposibles, de corazón entero y puño cerrado, como en época de los bandoleros Juan Delgado, los siete niños de Écija, Bonnie y Clyde, Diego Padilla –conocido como Juan Palomo –, Jaime ‘el Barbudo’ y José María Hinojosa ‘el Tempranillo’ entre otros distinguidos. El escritor canario de grandes obras maestras Benito Pérez Galdós escribió: «sólo un gramo más de moral» servía para distinguir a un guerrillero de un bandolero. Con éste nombre se conocía en distintos estados indoamericanos, todo tipo de guerrilleros y asaltadores de caminos, destacó en su época anterior a la Revolución el mexicano Pancho Villa y de la otra punta del abanico de mar, tierra de lucha y canto, el chileno Joaquín Murieta, glorificado en sus creaciones musicales por Olga Manzano y Manuel Picón. El gaucho argentino salió a escena, Juan Moreira, símbolo popular de resistencia a la autoridad en defensa de los campesinos sin tierra; el brasileño Lampião líder del grupo «cangaço» al noreste de Brasil, desafió el poder, considerado un protector por los pueblos. Vistos los mentados hemos de recordar más cientos por el mundo enfrentando la desigualdad en eco de muchos revolucionarios llamados <<bandoleros>>. Figuras históricas unas y otras que desafiaron el poder de las élites antagónicas símbolos de insumisión y resistencia. No todo es leyenda, los hay que desafiaron la obediencia a apaciguar el hambre recorriendo ríos revueltos removiendo rémoras rojas reencontrando remos abrazados a la vida. Hubo <<bandoleros>> en regiones rurales de Andalucía enfrentados al antagonismo de las desigualdades en la distribución de la tierra y a la represión brutal y carnicera contra los trabajadores de campo por parte de las élites terratenientes (mucha de esta represión fomentada por el colono anglosajón con aristocracia incluida y ejército de matones: caso Duquesa de Alba de Medina Sidonia, o la matanza de los mineros de Huelva el 4 de febrero de 1888).
NOTA
A Francisco Sabaté Llopart ‘El Quico’ le apodaron de todo; delincuente, bandolero, maqui, anarquista, guerrillero, a quien luchó sin tregua desde dentro y en el exilio contra la dictadura franquista – hasta ser asesinado el 5 de enero de 1960 – acribillado por sus secuaces en una emboscada de la policía. El 26 de enero de 1949 el grupo del catalá Sabaté, atracó el Banco Hispano Colonial de L’Hospitalet de Llobregat; el 26 de febrero ajustició en la puerta del cine Condal, al inspector Oswaldo Blanco quien sorprendió al grupo guerrillero durante una cita. En junio, Sabaté regresó a Francia donde fue detenido y encarcelado un año (El gabacho, de la frontera, ni cuando el golpe de Estado, ni tras el triunfo fascista contra la República, dejó jamás de colaborar con la dictadura). Durante el año francés detenido se enteró de la aniquilación de la resistencia libertaria en Barcelona entre el verano de aquel año y principios de 1950. Fueron detenidos decenas de cuadros del movimiento libertario y eliminados muchos integrantes del maquis en enfrentamientos con la policía y fusilados en el Camp de la Bota. Entre ellos, sus dos hermanos, Josep, el mayor, abatido por la policía el 17 de octubre de 1949, y Manuel, el pequeño, fusilado el 24 de febrero de 1950, tras un Consejo de Guerra. Dolorido, Quico Sabaté, volvió a Barcelona en abril de 1955 tras permanecer cinco años en Francia. Acompañado de otros cuatro camaradas editaron y distribuyeron el diario El combate –tres números hasta octubre– a través de expropiaciones a bancos como el de la oficina del Banco de Vizcaya en la calle Mallorca. El 29 de septiembre realizó una de sus acciones más espectaculares con motivo de la visita del dictador Franco a Barcelona, buscó un taxi con apertura en el techo, consiguió engañar al taxista con la excusa de que se trataba de propaganda franquista, gracias a una especie de bazoka artesanal fabricado por él, inundó de octavillas el centro de la ciudad. Los taxis fueron el sistema de transporte que empleaba Sabaté en muchas de sus acciones incluso, en algunos atracos dejando a alguno de sus camaradas junto al taxista con el vehículo en marcha, delante de la puerta del propio banco.
* actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey