
Rodrigo Duarte (Sputnik).— Con 75 años y residiendo en la capital de México desde 1979 tras huir de la dictadura de Augusto Pinochet en Chile, la maestra y activista Beatriz Torres ha dedicado su vida a la preservación, investigación y divulgación de los estudios sobre la extensa represión llevada adelante en América Latina, especialmente durante la segunda mitad del siglo XX, cuando EEUU financió y coordinó a través del Departamento de Estado y la CIA una serie de golpes de Estado —que devinieron en largas y cruentas dictaduras militares— con el argumento de «frenar la propagación del comunismo» en el marco de la Guerra Fría.
El archivo de Selser, «nuestra semilla fundacional»
Puesto en marcha en el 2010 en el seno de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), el CAMeNA funciona como una vasta gran biblioteca y hemeroteca para consultar escritos y documentación de numerosos expertos sobre el tema, entre ellos el reconocido periodista argentino Gregorio Selser, refugiado político de la dictadura de Jorge Rafael Videla en México.
La obra magna de Selser, los cuatro tomos de su «Cronología de las intervenciones extranjeras en América Latina», ha sido elogiada por el propio Noam Chomsky, quien visitó el centro hace algunos años, como un material de estudio «imprescindible» para entender la historia del imperialismo estadounidense y que la propia Torres reeditó recientemente con la colaboración la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
«Nuestra semilla fundacional fue el archivo de Gregorio Selser, que la Universidad de la Ciudad de México compró en dos partes, ya que además de todos sus escritos también se adquirió todo el material personal. Pero en la actualidad contamos con 29 mil títulos y una colección gráfica con alrededor de 27 mil ejemplares, que se puede venir a consultar aquí en nuestra sede de la UACM o en nuestra página web, algo que cientos de investigadores hacen todos los días desde distintas partes del mundo», explica Torres.
Sin embargo, aclara que no se trata simplemente una labor «historiográfica o de archivismo» la que llevan adelante en el CAMeNA porque, según su visión, tanto los análisis de Selser como de los otros miles de trabajos sobre el Plan Cóndor y las dictaduras militares latinoamericanas que se resguardan en los anaqueles del espacio «son de gran vigencia y siguen explicando nuestras sociedad y nuestra política incluso hasta el día de hoy», por lo cual «son también herramientas para pensar el presente».
En algunos meses será el 50 aniversario del inicio de la «operación antisubversión» a lo largo del continente, que tuvo su puesta en marcha oficial con la reunión secreta en noviembre de 1975 entre los jefes de inteligencia de Argentina, Paraguay, Chile, Bolivia y Uruguay (las dictaduras de Brasil, Ecuador y Perú se sumarían inmediatamente después), todos actuando bajo las órdenes de Washington y su manto protector en el terreno diplomático. El objetivo fue ponerse de acuerdo para coordinar y cooperar en las operaciones para eliminar a disidentes, sindicalistas y opositores.
«Una operación de desmantelamiento ideológico»
Torres advierte que «el Plan Cóndor sigue estando vigente, nunca el pasado fue más presente que ahora», y alerta que Washington ha seguido encontrando formas de presionar a los gobiernos latinoamericanos con el fin de que no se alejen del camino impuesto por la Casa Blanca, ya sea con la imposición de sanciones económicas, el establecimiento de bases militares o, más recientemente, lanzando amenazas a los países que forman parte de los BRICS.
«El Plan Cóndor fue, además, una operación de desmantelamiento ideológico para imponer un castigo ejemplar, un experimento que todavía sigue dando sus frutos, porque el silencio que impone EEUU a América Latina sobre ciertos temas es una extensión de ese sistema de dominación que todavía busca perpetuar», lamenta Torres.
Y añade: «¿Por qué hay 84 bases militares de EEUU en América Latina? ¿Y por qué en la Patagonia se está instalando una base de la OTAN y qué pasa que se está construyendo otra base militar en las Galápagos? ¿Alguien me puede decir que eso no es intervencionismo? ¿Que eso quedó en el pasado?».
En ese sentido, Torres espera que el acceso a todos los tesoros que contienen los archivos del CAMeNA —que también funciona como casa editorial, organizador de seminarios y encuentros sobre cuestiones de política exterior e historia— sirva para fortalecer las discusiones actuales y el apoyo a procesos que, en su opinión, son «cruciales» para fortalecer la unión regional y del sur global.
«Ahí están los BRICS, por ejemplo, tratando de establecer una integración más beneficiosa, sin seguir las reglas de juego de siempre, buscando conseguir una moneda en común y tirar a la basura la hegemonía del dólar y proteger las riquezas naturales de sus regiones. Porque lo que se juega con el éxito de los BRICS es el destino de la humanidad, la sobrevivencia de nuestros pueblos. La tuya, la mía, y la del mundo entero», concluye.