El Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados denunció en un comunicado los ataques militares contra la población civil del territorio, que afecta en mayor medida a mujeres y niños.
Asimismo, rechazó la política de desplazamiento forzoso bajo el argumento de crear una supuesta llamada “ciudad humanitaria” en el sur del enclave costero y advirtió sobre las consecuencias del plan.
Ese proyecto enfrenta duras críticas de gobiernos, Naciones Unidas y diversas ONG globales.
La Cancillería insistió en la necesidad urgente de detener la guerra, que consideró “la vía correcta y más humana para proteger a los civiles palestinos, garantizar el suministro sostenible de ayuda en cantidades suficientes y completar los arreglos necesarios para iniciar el socorro y la reconstrucción” de Gaza.
Asimismo, reclamó el derecho de la Autoridad Nacional Palestina a gobernar la Franja, en medio de los intentos del primer ministro Benjamin Netanyahu de sabotear esa posibilidad.
Como parte integral de Palestina, ese territorio debe ser dirigido por nuestras instituciones legítimas, recalcó el Ministerio.
Es la única manera de proteger a nuestro pueblo y el camino más rápido para comenzar a implementar la opinión consultiva emitida por la Corte Internacional de Justicia de finalizar la ocupación y de establecer el Estado palestino, subrayó.
