Faltaban diez minutos para que dieran las siete de la tarde del pasado sábado y el Espacio Rosa Luxemburgo se llenaba. En pocos momentos ya no cabía un alfiler, todas las sillas ocupadas de trabajadores y activistas de la izquierda madrileña, del movimiento pensionista, de muchísimos militantes jóvenes que se repartían por los pasillos y llenaban cualquier hueco, dispuestos a escuchar a los compañeros de la CTM y de CGT del metal de Cádiz que han estado al frente de una lucha que sigue retumbando con una fuerza extraordinaria.

El ambiente de entusiasmo y entrega se vivió desde los primeros instantes. Cuando desde la tribuna se dio la bienvenida a todos los asistentes y se pasó a proyectar un video que resume lo vivido en Cádiz durante trece días de lucha, con una impresionante imagen de arranque en la que una multitud de brazos vota a favor de continuar la huelga indefinida, la emoción nos embargó a todos y todas.
La presentación del acto a cargo de Rubén Fernández comenzó por dónde tenía que comenzar: denunciando la brutal represión policial que se ha desplegado contra los huelguistas, las 24 detenciones de nuestros compañeros, y las fianzas impuestas por una fiscalía y unos jueces al servicio de la patronal y los poderosos. En definitiva, un intento de intimidación para doblegar al sindicalismo combativo y a la clase obrera gaditana que ha sido contestado por un muro de solidaridad impresionante: en solo cuatro días las cajas de resistencia de la CTM y de la CGT han logrado ¡más de 100.000 euros llegados desde todos los rincones para continuar la batalla!
Antes de dar paso a las compañeras y compañeros que iban a dirigirnos la palabra, Rubén hizo un repaso necesario de los montajes judiciales y policiales, recordando a las que hoy mismo, en julio de 2025, están siendo procesadas por luchar contra la extrema derecha, como las Siete estudiantes de Somosaguas, contra sindicalistas a los que se pide millones de euros de indemnización por encabezar huelgas, como los Siete de Acerinox, o que se han convertido en presos políticos bajo un Gobierno “progresista” como los seis jóvenes antifascistas de Zaragoza, como Pablo Hasél, y como nuestras seis compañeras de la Suiza en Xixón, encarceladas por el único delito de hacer sindicalismo y a las que rendimos un sentido tributo exigiendo su puesta en libertad inmediata.

El acto continuó con nuestra compañera Carmen de Izquierda Revolucionaria de Cádiz y trabajadora del metal, subrayando que esta lucha ha representado un ejemplo impagable de conciencia de clase y dignidad obrera, de arrojo y entrega, de sindicalismo combativo y asambleario donde los trabajadores han tenido siempre la palabra.
Carmen presentó a Antonio Muñoz, obrero de contratas del astillero de Navantia en San Fernando, afiliado a CGT y uno de los portavoces de la lucha; a Chema García, joven trabajador de Navantia San Fernando, y miembro del comité de empresa por CTM, y a Manuel Balber, veterano luchador del metal y una de las caras públicas de esta huelga y de la CTM.
Pero antes de que los tres compañeros hablarán contamos también con la intervención de Carlos Ochoa, del Sindicato de Estudiantes, cuyos jóvenes militantes han estado participando en los piquetes, en las manifestaciones, resistiendo las cargas policiales, y que se han dirigido a las asambleas obreras mostrando el apoyo de la juventud a esta huelga.