Los predios, recuperados con el apoyo de la Policía Nacional en los municipios de La Apartada, Pueblo Nuevo, Tierralta y Buenavista, habían sido explotados de manera ilegal por terratenientes y clanes políticos.
Un total de 348 familias pertenecientes a asociaciones campesinas, que fueron víctimas del conflicto armado son ahora las nuevas propietarias de las tierras, aseguró la fuente.
Los terrenos, abundó la institución, fueron durante años explotados de forma ilegal por terratenientes de la región, sin generar beneficios para el Estado y sin cumplir con su función social.
Detalló además que muchas estaban en manos del Fondo de Reparación para las Víctimas, pero por décadas no se materializó ninguna acción reparatoria para quienes padecieron los efectos del conflicto armado.
El común denominador de las recuperaciones es que se trata de predios que pertenecieron a cabecillas paramilitares como Carlos Jiménez, alias ‘Macaco’, uno de los jefes paramilitares del Bloque Central Bolívar; José Sena, alias ‘Nico’, exjefe político del Frente Sur de los Andaquíes del Bloque Central Bolívar; y Salvatore Mancuso.