El sector mantiene así la tendencia de leve crecimiento que ha venido evidenciando a lo largo del segundo trimestre, reflejando una recuperación paulatina tras los desafíos recientes provocados por factores internos y la coyuntura global.
De acuerdo con el más reciente reporte, revelado hoy, las mayores contribuciones positivas provienen de la división de alimentos y bebidas, que creció un seis por ciento y aportó 1,4 puntos porcentuales al resultado general.
Le siguen los rubros de productos petroleros, químicos, de caucho y plástico, con un alza del 1,9 por ciento y un aporte de 0,4 puntos.
En la comparación mensual ajustada por estacionalidad, la producción manufacturera se mantuvo estable respecto a mayo, mes en que había experimentado un alza del 2,2 por ciento.
El desempeño plano de junio se produce tras una expansión del 1,6 por ciento en abril, mostrando una leve moderación tras la aceleración previa, según la fuente.
En el acumulado trimestral, la producción manufacturera creció un 1,5 por ciento en el segundo trimestre frente al primero.
Siete de las 10 divisiones industriales presentaron tasas positivas, destacando nuevamente los rubros de productos petroleros, químicos, de caucho y plástico (4,3 por ciento de aumento y 0,9 puntos porcentuales de aporte), así como la fabricación de vehículos automotores, partes y equipo de transporte (9,8 por ciento, con 0,7 puntos de contribución).
En cuanto a las ventas fabriles, los datos ajustados muestran una expansión del 2,4 por ciento en junio respecto a mayo.
En el mismo período, el impulso principal provino igualmente de los sectores de alimentos y bebidas (subiendo 3,3 por ciento, con 0,8 puntos de incidencia) y de vehículos automotores y sus componentes (5,5 por ciento, también con un aporte de 0,8 puntos).
Estos resultados se observan también en un entorno internacional donde el sector manufacturero muestra señales mixtas de recuperación.
Expertos destacan que, pese a los desafíos estructurales que afronta la industria sudafricana —desde la crisis energética hasta la necesidad de mayor innovación y capacitación— estos datos confirman la resiliencia de determinados ámbitos clave para la economía nacional y su potencial como motor de crecimiento y empleo.