El exministro de Hezbolá, Mohammad Fneish, declaró a Al-Manar que la resistencia es una parte indispensable de las capacidades del Líbano.
En una entrevista con Al-Manar el domingo, Fneish criticó duramente las decisiones actuales del gobierno libanés sobre el desarme del grupo de resistencia libanés.
“La participación de Hezbolá en el gobierno se debe a que representa el enfoque de resistencia que liberó al Líbano y es el enfoque de la mayoría de los libaneses”.
Subrayó que “las decisiones tomadas por el gobierno son contrarias a la Carta y carecen de legitimidad”.
Fneish explicó que una de las justificaciones más destacadas para la continuación de la resistencia es lo que denominó “la doctrina Trump”, que, según él, no reconoce las leyes ni los convenios internacionales y recurre a la fuerza.
Dicha política “refuerza la lógica de la resistencia y revela hasta qué punto algunos funcionarios del gobierno ignoran el destino y los intereses del país”, afirmó. Fneish criticó a algunos funcionarios libaneses que “hicieron de “Israel” su socio y justificaron sus ataques como si no violaran leyes ni convenciones”. Y añadió: “Algunos de estos funcionarios actúan con imprudencia”.
“Nos enfrentamos a la presión popular para salir a las calles a protestar contra las últimas decisiones del Gobierno libanés”, declaró el exministro de Hezbolá, señalando que Hezbolá actúa con responsabilidad para evitar que el enemigo israelí aproveche cualquier discordia interna.
Fneish reiteró la postura de Hezbolá, que “exige el monopolio de las armas en lugar del desarme”, explicando que “este monopolio sigue vinculado a la recuperación de todos los derechos del Líbano”.
En el mismo contexto, el funcionario de Hezbolá enfatizó que “la resistencia es una parte indispensable de las capacidades del Líbano”.
Advirtió que lo que se está planeando para la región es “muy peligroso”, señalando que “el odio hacia la resistencia proviene de su posición como obstáculo a los proyectos expansionistas”. Fneish expresó, mientras tanto, el descontento de Hezbolá con la actuación del presidente Joseph Aoun, quien, según la Constitución de Taif, debía servir como mediador.
“No hay partido en el Líbano más patriótico que Hezbolá, que ha hecho todos los sacrificios posibles por el bien de la nación”, concluyó.
El gobierno libanés aprobó a principios de este mes los “objetivos” de un plan estadounidense para desarmar a Hezbolá, cediendo a las presiones estadounidenses e israelíes.
La sesión del gabinete del 7 de agosto siguió a otra sesión del 5 de agosto, en la que el gobierno libanés encargó al Ejército libanés la elaboración de un plan para confinar todas las armas al Estado para finales de año.
El Estado libanés ha sido sometido a una presión sin precedentes por parte de EEUU, el primer patrocinador de la entidad sionista, para abordar la cuestión del desarme de Hezbolá.