Un grupo de ciudadanos búlgaros recibió con claro descontento a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, cuando llegó en coche a la ciudad de Sopot. «¡Nazi!» y «¡nazi criminal!», le gritaban a la política que tenía programado visitar una fábrica de municiones en su intento de incentivar un aumento de la producción. Los videos oficiales de dicha visita publicados en redes sociales no incluyeron esos incómodos momentos.