
El sabotaje de los gasoductos Nord Stream no podría haberse realizado sin comandos occidentales, declaró el asesor presidencial ruso Nikolái Pátrushev, señalando al Reino Unido como el probable responsable.
«No todas las Fuerzas Armadas o servicios secretos del mundo cuentan con nadadores capaces de llevar a cabo una operación de este tipo de forma competente y, lo que es más importante, de forma sigilosa. Uno de los servicios secretos capaces de realizar esta tarea es el famoso Servicio Especial de Embarcaciones británico«, escribió Pátrushev en un artículo para el periódico ruso Kommersant publicado el domingo.
El asesor presidencial ruso recordó que se trata de «una de las unidades de sabotaje naval más antiguas, que se dio a conocer durante la Segunda Guerra Mundial».
«Los saboteadores británicos se hicieron famosos por su habilidad para llevar a cabo ataques utilizando los medios más sencillos, como piraguas y kayaks, por lo que el servicio recibió el nombre de ‘servicio de embarcaciones’. Después de la guerra, sus combatientes aprendieron de primera mano la experiencia de sus antiguos enemigos, los alemanes y, en particular, los italianos de la 10.ª flotilla MAS, cuyos veteranos, cabe recordar, son sospechosos, no sin razón, de estar implicados en la explosión del acorazado soviético Novorossiysk», razonó.
En este sentido, Pátrushev añadió que Occidente ahora «prefiere no recordar que, literalmente, en vísperas de la voladura del Nord Stream, se llevaron a cabo maniobras de la Armada de la OTAN en esta zona del Báltico». «También cabe señalar que los propios ucranianos detenidos declararon que la investigación que se está llevando a cabo en su contra tiene como objetivo culpar a Ucrania y encubrir a los verdaderos organizadores y participantes del atentado, interesados en aumentar la tensión en el Báltico», denunció.
«La serie de extraños incidentes con cables submarinos y con buques rusos indica que Occidente ha decidido seriamente subir la apuesta, convirtiendo el mar Báltico en el escenario de una guerra híbrida no declarada«, concluyó el asesor presidencial.
Sabotaje
El 26 de septiembre de 2022, los gasoductos se vieron afectados por potentes explosiones en aguas de las zonas económicas exclusivas de Suecia y Dinamarca, tras lo cual se detectaron fugas de gas en el mar. Las autoridades de varios países atribuyeron lo ocurrido a un posible acto de sabotaje.
En 2022, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, declaró que detrás de estos ataques se encontraba alguien «capaz de organizar las explosiones técnicamente y que ya recurrió a ese tipo de sabotajes».
Además, el reconocido periodista estadounidense Seymour Hersh concluyó en 2023 que la Casa Blanca estaba detrás del atentado.
Desde Moscú denuncian que Occidente ignora sus propuestas para iniciar investigación imparcial sobre el sabotaje e intentan culpar a un grupo común de buzos ucranianos, a pesar de que un ataque de tal magnitud no podía haber sido perpetrado por aficionados.