
El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, denunció una operación internacional destinada a desestabilizar al país, con una inversión de 4.000 millones de dólares por parte de servicios de inteligencia extranjeros.
En una entrevista con el canal TV Informer, Vucic aseguró que los principales organizadores de las protestas que sacuden Serbia son extranjeros que crearon una red para movilizar a estudiantes y jóvenes.
“Se ha invertido 4.000 millones de dólares para destruir a Serbia. Los principales organizadores son del extranjero, ellos crearon una red y reunieron gente, crearon una red de estudiantes y niños, lo que asusta y destruye los valores fundamentales de nuestra sociedad”, afirmó.
Vucic señaló que tres países, cuyos nombres evitó mencionar para no agravar la situación diplomática, activaron redes de inteligencia para orquestar estas acciones.
Esta declaración amplía lo revelado por el mandatario a finales de 2024, cuando estimó que los organizadores de las protestas masivas habían gastado 2.000 millones de dólares en esos actos.
Las manifestaciones comenzaron con underrumbe en una estación de trenes en Novi Sad el 1 de noviembre de 2024, que causó la muerte de 16 personas y desató una ola de descontento.
Desde mediados de agosto, las protestas evolucionaron hacia tácticas más agresivas, con enfrentamientos nocturnos contra la policía y bloqueos de calles en varias ciudades del país.
Las autoridades sostienen que estas acciones no son espontáneas, sino parte de un plan para derrocar al Gobierno y al presidente Vucic. Según las declaraciones oficiales, los manifestantes, liderados por sectores de la oposición y estudiantes, buscan generar inestabilidad política en el país.
Por su parte, la presidenta del Parlamento serbio, Ana Brnabić, expresó durante una visita a Bruselas, capital de Bélgica, este viernes que el comportamiento no constructivo de la oposición obstaculiza los esfuerzos de Serbia para avanzar hacia la integración en la Unión Europea.
Brnabić destacó que las protestas y las tácticas de confrontación dificultan el diálogo político y el cumplimiento de los requisitos para la adhesión al bloque europeo.
Vale acotar, que Serbia enfrenta presiones tanto por su proceso de integración a la Unión Europea como por su posición geopolítica, que incluye relaciones con países fuera del bloque.
Las autoridades serbias no han proporcionado detalles adicionales sobre las identidades de los países involucrados ni sobre las pruebas que respaldan las afirmaciones de financiación extranjera.