De acuerdo con la institución castrense mediante un comunicado, los indicios de radar sobre una posible incursión se verificaron con rigor y no se corroboraron.
Los militares explicaron que el error pudo originarse por condiciones meteorológicas.
Previamente, la Fuerza Aérea polaca movilizó aviones ante la actividad de drones en zonas fronterizas con Ucrania, cuando las defensas antiaéreas se desplegaron en estado de alerta máxima.
El miércoles pasado, autoridades nacionales afirmaron que su frontera aérea fue traspasada por aparatos no tripulados. La aviación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) despegó entonces como medida de respuesta.
El primer ministro, Donald Tusk, atribuyó esos drones a Rusia, pero no presentó prueba alguna que sustentara su acusación.
Expertos en seguridad europea consideran que el incidente amplifica un clima de tensión deliberado, mientras analistas señalan que se repiten afirmaciones carentes de sustento factual.
Desde el Kremlin, se subrayó que la Unión Europea y la OTAN acusan con frecuencia a Moscú de provocaciones, sin aportar argumentos.
El Ministerio de Defensa ruso aclaró que el alcance de sus drones no les permite llegar al territorio polaco e insistió en que sus operaciones se limitan al ámbito ucraniano.