
El líder supremo de Irán, Alí Jamenei, declaró que su país no ha recibido los beneficios prometidos por el cumplimiento de sus compromisos en el acuerdo nuclear, firmado en 2015 con la participación de Estados Unidos, China, Francia, Alemania, Rusia y Reino Unido.
Durante su discurso, el ayatolá cuestionó la posibilidad de reiniciar nuevas negociaciones bajo condiciones similares.
El Plan de Acción Integral Conjunto -conocido como pacto nuclear- establecía límites al programa nuclear de la República Islámica y el levantamiento progresivo de las medidas coercitivas impuestas por países occidentales contra la economía de la nación persa.
El jefe de estado señaló que Irán redujo su capacidad nuclear conforme al pacto, pero las restricciones impuestas por Washington no fueron eliminadas.
Alí Jamenei recalcó que, al momento de la firma, había advertido a las autoridades nacionales sobre la extensión excesiva de los plazos propuestos. “Hace diez años aceptamos cerrar instalaciones y eliminar reservas de uranio enriquecido. Dijeron que las sanciones serían retiradas. No ocurrió”, refirió.

El líder supremo de Irán consideró que repetir ese tipo de acuerdos sin garantías podría resultar más perjudicial que beneficioso. “Hicimos todo lo que nos correspondía, pero las sanciones continúan. Si los actuales responsables deciden seguir ese camino otra vez, podría ser peor que antes”, afirmó.
Sus declaraciones se producen en un momento de tensión diplomática, pues Irán sigue sometido a sanciones de EE.UU. con alcance extraterritorial.
Al mismo tiempo, se discute la posibilidad de retomar conversaciones con gobiernos extranjeros para revisar o renovar los términos del pacto nuclear, abandonado por Estados Unidos en 2018 durante el primer mandato de Donald Trump, como paso previo a la imposición de más medidas coercitivas contra la economía y las finanzas de la nación islámica.
El Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán emitió recientemente un comunicado advirtiendo que suspenderá cualquier nuevo acuerdo con la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) si se adoptan medidas hostiles contra la República Islámica y sus instalaciones nucleares.
La medida, con el visto bueno del Consejo Nuclear y las autoridades nacionales, subraya el compromiso de Teherán con la cooperación y mantiene una postura de firmeza ante posibles agresiones.