
El presidente boliviano Luis Arce denunció este viernes la “actitud hostil” de Estados Unidos hacia América Latina, tras la irrupción de aviones de guerra norteamericanos en el espacio aéreo venezolano. El mandatario expresó su solidaridad plena con Venezuela y con el presidente Nicolás Maduro, acusando a Washington de intentar apropiarse de los recursos energéticos del país caribeño.
“Reiteramos nuestra solidaridad con el hermano presidente Nicolás Maduro y al valiente pueblo venezolano, así como denunciamos la actitud hostil de la Casa Blanca hacia la región y su desfachatada piratería en aras de hacerse del petróleo venezolano”, afirmó Arce.
Arce manifestó que América Latina y el Caribe han de ser «Zona de Paz» y afirmó que «debemos encargarnos que esta condición perdure».
El 2 de octubre, al menos cinco aviones de combate estadounidenses incursionaron ilegalmente en la Región de Información de Vuelo de Venezuela. Se trata de una flagrante violación del derecho internacional y de las leyes de la aviación a nivel global.
“Aviones de guerra estadounidenses irrumpieron en el espacio aéreo de la República Bolivariana de Venezuela, violando el Derecho Internacional como lo ha venido haciendo en las últimas semanas con sus buques en el mar Caribe”, subrayó el jefe de Estado boliviano.

El incidente se produce tras semanas de creciente tensión por el despliegue de ocho buques con alrededor de 1.200 misiles, un submarino nuclear y aviones de guerra en el Caribe sur, bajo el pretexto de luchar contra el narcotráfico.
En paralelo, la fiscal general estadounidense, Pam Bondi, anunció una recompensa de 50 millones de dólares por información que llevara a la captura del presidente Nicolás Maduro, a quien la Administración Trump intenta vincular con el narcotráfico como parte de su estrategia integral de desestabilización contra la Revolución Bolivariana.
En respuesta, el Gobierno venezolano movilizó milicias y reforzó sus fronteras, mientras solicitó apoyo al secretario general de la ONU, António Guterres, denunciando la amenaza de una intervención militar.
La presencia militar estadounidense en el Caribe ha sido denunciada reiteradamente por Venezuela y por países aliados como Cuba, Nicaragua y Bolivia, que la consideran un intento de intervención encubierta para forzar un cambio de régimen en Caracas.