El mandatario respondió así a una intervención en ese órgano del representante de Estados Unidos, Michael Waltz, quien aseguró que su país examina si la Misión de Verificación de la ONU en suelo neogranadino “amerita apoyo continuo del Consejo de Seguridad, basándose en una evaluación de su contribución a la paz y la seguridad en Colombia”.
Justo cuando entre Washington y Bogotá existe una relación de tirantez, el funcionario norteño empleó términos como “política irresponsable” y “retórica incendiaria” para referirse al mandatario sudamericano.
En respuesta, el jefe de Estado solicitó “respetuosamente al gobierno de Estados Unidos no entrometerse en la política interna de Colombia”.
Comentó que la posición errada de ese país en materia de narcotráfico, de trata de personas y ahora del proceso de paz con las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), “que busca es el cambio de nuestra posición sobre el genocidio de Gaza, no es aceptada por nuestro gobierno”.
También remarcó que en Gaza ocurre “un genocidio y los que lo cometen deben ser juzgados como fueron juzgados los genocidas nazis en Nuremberg”.
A juicio de Petro, el Consejo de Seguridad solo tutela el proceso de paz con las desaparecidas FARC-EP por declaración unilateral del Estado colombiano.
Durante esta jornada, el representante especial del secretario general y jefe de la Misión de Verificación de las Naciones Unidas designado en Colombia, Miroslav Jenča, presentó ante el referido órgano un informe que recoge los avances y los desafíos del Acuerdo Final de Paz de 2016 desde el 27 de junio y hasta el 26 de septiembre de este año.
En él, se insiste en la necesidad de garantizar que el país mantenga los avances logrados en su camino hacia una nación más pacífica y segura.
Resaltó el análisis la implementación de las disposiciones de garantías de seguridad, como la política de desmantelamiento de grupos armados ilegales y organizaciones criminales, y la continuación de la reforma rural, como puntos críticos para ampliar la protección y las oportunidades de desarrollo para las comunidades.
Finalmente reafirmó que “la Misión de Verificación continuará su importante labor para garantizar que las aspiraciones de paz se traduzcan en realidades duraderas sobre el terreno”.
Por su parte, la embajadora neogranadina Leonor Zalabata reiteró el compromiso de su Gobierno con la implementación integral del Acuerdo de Paz de 2016 y destacó que la reconciliación solo será posible con plena inclusión, justicia y reconocimiento de la diversidad cultural y biológica del país.
“Colombia tiene la convicción de que la paz no es solo un propósito nacional, sino un bien público global que entre todos debemos proteger», concluyó.