Ayer Irán dio un paso decisivo al anunciar que ya no se considera sometido a las limitaciones impuestas por el acuerdo internacional de 2015. El anuncio se produce tras varios años de sanciones económicas impuestas por las potencias occidentales con el pretexto nuclear.
El Ministerio de Asuntos Exteriores iraní ha anunciado el levantamiento de las restricciones relacionadas con su programa nuclear y los mecanismos de seguimiento asociados. El pacto de Viena, firmado hace diez años, con la participación de las principales potencias mundiales y validado por la ONU, tenía como objetivo supervisar el enriquecimiento de uranio y limitar la producción de elementos que pudieran utilizarse para la construcción de un arma nuclear. A cambio, Irán obtuvo el levantamiento gradual de las sanciones internacionales.
A pesar de las restricciones, que afectaron notablemente al petróleo, los activos financieros y ciertos flujos comerciales, Teherán ha optado por recuperar el control de su programa nuclear, al tiempo que reafirma su compromiso con la diplomacia. Esta postura demuestra el deseo de Irán de liberarse de sus compromisos internacionales.
Inmediatamente después de los ataques israelíes de junio, la decisión abre una nueva fase de tensión en el panorama internacional. Al retomar la libertad de sus operaciones nucleares, Irán se sitúa en una posición estratégica, capaz de influir en futuras negociaciones y en sus relaciones económicas y políticas. Cualquier acción podría provocar reacciones rápidas y calculadas de las potencias imperialistas.
Si bien mantiene su compromiso de mantener el diálogo diplomático, en los próximos meses Irán se va a convertir en un asunto clave para la seguridad regional y mundial.
La declaración iraní de ayer no es unilateral. En 2018, durante su anterior mandato como presidente, Trump sacó a Estados Unidos del acuerdo y restableció las sanciones para complacer a Israel.
Firmado en Viena por Irán, China, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Rusia y Estados Unidos, se esperaba que el acuerdo de 2015 pusiera fin al asedio contra el país. Tras la guerra de junio, el parlamento de Irán ya aprobó una ley para negarse a cooperar con la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA).
—https://www.theguardian.com/world/2025/oct/18/iran-announces-official-end-to-10-year-old-nuclear-agreement