
La Oficina de Prensa del Gobierno de Gaza informó que, desde la entrada en vigor del alto el fuego el 11 de octubre, únicamente 986 camiones de ayuda humanitaria han ingresado a la Franja de Gaza, representando apenas el 15 por ciento de los 6,600 camiones que debían llegar antes del 20 de octubre, según el acuerdo establecido.
Este flujo insuficiente de suministros ha profundizado la crisis humanitaria en el enclave, donde cerca de dos millones de personas enfrentan necesidades críticas.
El comunicado oficial detalló que, de los camiones recibidos, solo 14 transportaban gas para cocinar y 28 llevaban combustible solar, esenciales para operar panaderías, hospitales y generadores. Las autoridades destacaron que estas cantidades son “críticamente insuficientes” tras meses de bloqueo israelí y la “destrucción sistemática” causada por la campaña genocida del ente sionista.

“Estas cantidades limitadas no cubren las necesidades humanitarias y vitales mínimas”, advirtió la oficina, subrayando la urgencia de un flujo constante de 600 camiones diarios con alimentos, suministros médicos, combustible y gas.
Desde el inicio de la tregua, el promedio de camiones que ingresan diariamente es de apenas 89, lejos de lo acordado. La Oficina de Medios del Gobierno acusó a Israel de mantener una “política de estrangulamiento, hambruna y chantaje humano”, que obstaculiza la distribución de ayuda y agrava las condiciones de vida en Gaza.
A pesar de esto, las autoridades locales afirmaron estar dispuestas a coordinarse con organizaciones internacionales humanitarias para facilitar la entrega y distribución de asistencia en todas las gobernaciones.
Por su parte, el movimiento Hamás condenó la decisión de Israel de no abrir el cruce de Rafah “para el viaje de personas enfermas y heridas, y al impedir la entrada de ayuda humanitaria a Gaza”, afirmando que esto viola el acuerdo de alto el fuego.
El Ministerio de Salud palestino reportó que, a pesar del alto el fuego, 90 palestinos han sido asesinados y más de 300 han resultado heridos en ataques israelíes desde principios de octubre, con al menos 100 violaciones de la tregua.
Los bombardeos, que incluyeron ataques aéreos en Rafah y el centro de Gaza, mataron a más de 40 personas el pasado domingo, según fuentes locales. Estos ataques han interrumpido los convoyes humanitarios y retrasado las labores de rescate de cuerpos bajo los escombros.
En este contexto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que el alto el fuego “sigue en pleno vigor” y que las violaciones serían manejadas “con firmeza, pero adecuadamente”.
Sin embargo, las autoridades de Gaza denunciaron que los ataques continúan agravando la crisis humanitaria, dificultando la distribución de ayuda y la recuperación de víctimas.