Caitlin A. Johnstone*.— En algún momento, el capitalismo perdió la capacidad de darnos cosas nuevas que necesitábamos y empezó a darnos cosas nuevas que no necesitábamos, y ahora nos da cosas nuevas que nunca necesitamos y que ni siquiera queremos realmente.
Nadie necesita toda esta basura de IA generativa. Nos las arreglábamos bien con las funciones de búsqueda en línea y la capacidad de escribir y crear arte por nuestra cuenta. Solo las personas más superficiales y vacías encuentran atractivo hablar con un chatbot como si fuera un compañero, consumir «arte» generado por un programa informático o dejar que la tecnología de alguna megacorporación plutocrática piense, investigue y se exprese por ellos.
La economía actual se sostiene sobre una burbuja gigante de una industria incipiente que ya está rindiendo por debajo de las expectativas y alcanzando puntos de rendimientos decrecientes en múltiples frentes, todo ello mientras resulta sumamente perjudicial para el medio ambiente . Y no mejora la vida de nadie de forma significativa.
Nadie pidió esto.
Y no es que la gente no pida cosas; simplemente, el capitalismo no tiene la capacidad de satisfacerlas. Paz mundial. Vivienda asequible. Buena salud. Sistemas de transporte público rápidos y eficientes. Soluciones a las diversas catástrofes ambientales a las que nos conduce el comportamiento humano actual.
La posibilidad de satisfacer nuestras necesidades sin tener que pasar todo el tiempo trabajando. Atención a los más necesitados. Bienestar humano en general. Estas no son demandas que un sistema impulsado por la búsqueda del beneficio por el beneficio mismo pueda satisfacer.
Cuando surgió el capitalismo, trajo consigo multitud de novedades que la gente necesitaba y deseaba, pero que no estaban disponibles bajo sistemas anteriores como el feudalismo. El enorme aumento de la abundancia material y la explosión de innovaciones científicas y tecnológicas que trajo consigo el auge del capitalismo propiciaron una mejora sustancial de la calidad de vida humana.
Pero ahora hemos llegado a un punto en el que eso ya no sucede. Las cosas se han estancado y estamos retrocediendo. La gente se está volviendo más tonta , más enferma , más solitaria y cada vez más miserable . Y los sistemas lucrativos bajo los que vivimos no tienen respuestas, salvo bombardearnos con tecnología cada vez más absurda para distraernos de lo mal que se ha puesto todo.
Nos están llevando a la distopía y la aniquilación sistemas que nosotros mismos hemos creado. Se supone que somos la especie más inteligente de la Tierra, pero nos encerramos en nuestra propia invención: un campo de trabajo que se retroalimenta y nos hace miserables. Y encima nos enfadamos cuando alguien se atreve a cuestionar si es la única manera de hacer las cosas. Literalmente, todas las demás especies son más inteligentes que nosotros. Incluso las amebas lo tienen más fácil.
Esto cambiará cuando la humanidad reemplace el capitalismo con algo mejor, del mismo modo que reemplazamos el feudalismo con el sistema superior del capitalismo. No sé cómo será ese sistema, pero tendrá que implicar una transición de un modelo basado en la competencia a uno basado en la colaboración. Esa es la única manera en que la humanidad podrá canalizar todo su potencial hacia el inmenso proyecto de superar todos los obstáculos que enfrentamos como especie, junto con todos los organismos terrestres.
Hasta entonces, lo único que podemos hacer es intentar despertar a la mayor cantidad posible de nuestros semejantes a la realidad de nuestra situación. Usemos todos los medios a nuestro alcance para enseñar a la gente lo grave que es nuestra situación, cómo nos han engañado la propaganda y el adoctrinamiento del imperio bajo el que vivimos, la urgente necesidad de un cambio y que un mundo mejor es posible. Una vez que logremos que suficientes personas abran los ojos, tendremos la fuerza necesaria para forzar el cambio.
* periodista australiana
