
La entidad sionista de Israel prohibió este miércoles las visitas del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) a miles de prisioneros palestinos, una medida que organizaciones de derechos humanos denuncian como un nuevo intento por ocultar los abusos cometidos en las cárceles israelíes.
La orden, firmada por el ministro de Defensa, Israel Katz, suspende las visitas de la organización humanitaria a los detenidos incluidos en una lista confidencial. Según el comunicado oficial, permitir dichas visitas “pondría en riesgo la seguridad del Estado”.
La decisión, adoptada tras una recomendación del servicio de inteligencia interno Shin Bet, se produce después de que el movimiento Hamás entregara los restos equivocados de un rehén israelí y tras una serie de bombardeos de Tel Aviv sobre el enclave palestino —en grosera violación del alto el fuego—, que dejaron al menos 91 víctimas mortales.
De acuerdo con el Servicio Penitenciario de Israel, desde el 7 de octubre de 2023 el número de detenidos palestinos ha aumentado en más de 6.000, lo que ha generado denuncias internacionales sobre el trato a los prisioneros. Diversas organizaciones humanitarias, entre ellas la ONG israelí B’Tselem, advierten sobre el deterioro de las condiciones carcelarias, que incluyen maltratos, aislamiento prolongado y privación de sueño y alimentos.
La Sociedad Palestina de Prisioneros (PPS) condenó la medida, calificándola como un intento de ocultar los abusos cometidos en las cárceles israelíes. Según la organización, la prohibición se anunció horas antes de que el Tribunal Supremo revisara una solicitud para reanudar las visitas del CICR, suspendidas repetidamente desde el inicio de la ofensiva militar en Gaza.
La PPS también denunció que esta decisión coincide con la aprobación preliminar en la Knéset de leyes que permitirían la ejecución de prisioneros palestinos y la creación de tribunales especiales sin las debidas garantías judiciales.
Por su parte, Hamás calificó la prohibición como una violación flagrante de los derechos humanos y señaló que se suma a una serie de prácticas sistemáticas que incluyen torturas, negligencia médica y el ocultamiento de información sobre los detenidos.
El movimiento islámico instó a la comunidad internacional y a las organizaciones de derechos humanos a intervenir de manera urgente para detener las políticas represivas de Israel y exigir responsabilidad a sus líderes por los “crímenes contra la humanidad”.
Desde la firma del “acuerdo de alto al fuego” el pasado 11 de octubre, los ataques de la entidad sionista de Israel han asesinado a alrededor de 211 palestinos, mientras al menos 597 han resultado heridos en distintos puntos del territorio ocupado.

