La Coordinadora Antiprivatizacion de la Sanidad se creó en 2004 para organizar la lucha contra el proceso de privatización puesto en marcha en Madrid en aquellos momentos. Posteriormente se fueron uniendo más personas de diferentes puntos del Estado, lo que permitió extender la lucha a todo el territorio, al tiempo que la privatización se iba extendiendo como una mancha de aceite. Han sido dos décadas de trabajo voluntario por parte de muchas personas, traduciendo y elaborando documentos, organizando movilizaciones, realizando cientos de actos informativos, asambleas…
Todo este trabajo se ha realizado sin subvenciones del Estado porque así lo decidimos. Siempre entendimos que la única forma de mantener la autonomía era no depender en absoluto de ningún recurso de la Administración.
De la misma forma, siempre entendimos que la lucha contra el proceso de destrucción del sistema sanitario pasaba por apuntar a las causas del proceso de privatización (las leyes estatales que lo permiten), y a los responsables (los partidos políticos que aprobaron dichas leyes y las mantienen).
Desgraciadamente el proceso de privatización se ha extendido en estos años, no solo por todo el Estado español, sino por todos aquellos países de nuestro entorno que disponían de Sistemas Nacionales de Salud. Estos sistemas sanitarios fueron creados por el capitalismo, tras la Segunda Guerra mundial, debido a unas circunstancias históricas concretas (periodo de crecimiento económico y combustibles fósiles baratos, necesidad de mano de obra sana, nueva fase de apropiación de las riquezas del Sur Global, etc.) que ya no se dan en la actualidad. En este nuevo escenario, con procesos de desindustrialización galopantes en los países centrales que provocan altas tasas de paro; junto con el surgimiento de nuevos sujetos sociales como son el “precariado” y los inmigrantes no regularizados; los Estados ya no necesitan mantener sistemas sanitarios que garanticen atención de calidad y en tiempos adecuados a la totalidad de la población. Al contrario, los Estados están abandonando el “estado social” y están reforzando el aparato represivo y el militar para las nuevas dinámicas que ya ni siquiera tratan de ocultar: la lucha por los últimos recursos energéticos y minerales accesibles, para mantener este modelo de crecimiento suicida en un mundo con limites biofísicos y materiales perfectamente conocidos.
Sin embargo, es en los escenarios de crisis donde siempre han surgido experiencias de apoyo mutuo y autogestión; donde se abren posibilidades de plantear nuevas formas y propuestas para enfrentar la satisfacción de las necesidades básicas de la población, desde la atención sanitaria, hasta la vivienda, la alimentación o el acceso a la energía. Necesidades que deberán ser enfrentadas desde dispositivos controlados democráticamente, con la implicación de la propia sociedad.
Para hacer una valoración de la lucha de estos 20 años, y analizar los diferentes papeles que han jugado organizaciones y colectivos, os emplazamos el día 18 de noviembre a las 19 horas en la Fundación Anselmo de Lorenzo, calle Peñuelas, 41, Madrid.


