
A modo de tribuna antimperialista, Cuba se unió este sábado a la Jornada mundial de solidaridad con Venezuela, ante el enorme despliegue militar de los EE.UU. en el Caribe y las numerosas amenazas de la Administración Trump a la República Bolivarina, que ha llegado a afirmar que pronto invadirán territorio venezolano, todo bajo la falsa bandera de «guerra contra el narcotráfico en el Caribe».
El acto político-cultural se desarrolló en la barriada habanera de El Vedado, en los alrededores del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP).
Destaca la participación del canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, quien justo esta mañana en sus redes sociales denunciaba que el reciente indulto de Donald Trump al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández demuestra que la supuesta guerra de EE.UU. contra el narcotráfico es una farsa.
De igual forma, estuvo presente Orlando Maneiro Gaspar, Embajador de Venezuela en Cuba, así como médicos cubanos que prestaron servicios médicos en la República Bolivariana durante varios años, como resultado de la política solidaria que ambas naciones han consolidado en las últimas tres décadas.

La actividad reunió además a representantes del ICAP, el Capítulo Cubano de la Internacional Antifascista, la Misión Diplomática de Venezuela en Cuba y otras organizaciones sociales.
Resalta la participación de numerosos palestinos que estudian medicina en la nación caribeña, en cuyas vidas se expresa que tanto Cuba como Venezuela son naciones cuya política y gobierno prioriza la paz y la solidaridad, contrarias a la beligerancia y expansionismo del imperio estadounidense.
Bajo consignas como “Venezuela no es una amenaza, Venezuela es esperanza” y “Rechazo a la amenaza contra Venezuela y toda América Latina y el Caribe”, cientos de cubanos mostraron su respaldo a la defensa de la soberanía y la autodeterminación de los pueblos de todo el continente.
Con este encuentro, la Isla se suma a las expresiones de solidaridad que se han estado desarrollando en distintos países este sábado para rechazar las sanciones unilaterales del Gobierno estadounidense y sus aliados contra el pueblo bolivariano, los intentos de generar una guerra en la región con el fin de apropiarse de los minerales y recursos energéticos venezolanos, así como contra las ejecuciones extrajudiciales que ha permitido la Administración Trump en aguas del Mar Caribe en las últimas semanas, en las que han sido asesinadas casi cien personas cuyas identidades, en la mayoría de los casos, permanecen en incógnitas.

